SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

domingo, 17 de diciembre de 2017

¡MANOS A LA OBRA!


Como ya estaba harta de que el mundo no cambiara, me dije: 
- pues voy a cambiarlo yo, ¡qué leches! ( ostias en navarro).-
Entonces me concentré mucho apretando puños ojos y mandíbulas hasta que estaba a punto de fibrilar, y aparecí en el congreso.
Justo detrás del asiento de la presidenta.
En ese momento puse tieso el índice de la mano derecha y fui haciendo un barrido con él de lado a lado con las rodillas semiflexionadas y el brazo izquierdo en jarras apoyado en la cadera.
Jajaja, iban desapareciendo como pompas de jabón.
En minuto diecisiete, no quedaba ni un alma.
Primera fase terminada.
Pero claro, tenía que llenar la sala de insurgentes antes de que se dieran cuenta de la jugada.
Así que volví a reconcentrarme hasta el borde del desfibrilamiento, y en un chisgarabís, se llenó medio congreso de parados mayores de cincuenta años, excluidos sociales y alguna que otra madre de familia mono-parental. Que son muchas, pero andan siempre súper ocupadas las pobres. 
Como estábamos la mitad, decidimos entre todes que el montante de las pagas, dietas, pluses, tarjetas de dudosa procedencia y pensiones vitalicias, así como las respectivas fortunas en paraísos fiscales pertenecientes a los recientemente desaparecidos, nos lo repartiríamos equitativamente a manera de   " cobro de atrasos". 
También pusimos a unos cuantos jubilados para el control del tráfico en los pasillos, vigilar las reformas y como encargados de la guardería veinticuatro horas. Que dicen que les viene bien estar con críos y así colaboran en la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores que serán quien les paguen la residencia. ¡Ah, no!, que se la pagan ellos con su propia vivienda... Bueno, no importa. Total:
cada uno enchufó a alguien de su entorno próximo para rellenar la sala, previa promesa de colocar escalonada mente al resto de la familia.
Tantos años de paro, exclusión y resquemor social enquistado merecían recompensa.
Ahora ya podemos mandar los que nos lo merecemos.
Bueno, pero más yo que para eso tuve la iniciativa.
Me he autoproclamado como única cabeza pensante y resolutiva del territorio. Jajaja.
Y nadie dice ni mú, porque como se les ocurra pongo tieso el dedo y los fulmino.
Que si no es por mí a ver dónde iban a estar. 
Me lo deben todo.
Jajaja.
También he esfumado al senado y a la familia real.
Como no hay cadáveres ni huellas no hay delito.
Esto de mandar es una gozada.
Es como si todos fuesen mis esclavos. ¡Un país entero¡ Jajaja jajaja jajaja.
Como si fueran no. Son.
Ah! Y a las familias de toda esa gentuza las hemos dejado en la calle, con una paga de cuatrocientos euros.
Que aprendan lo que nos han hecho.
Por fin la justicia social, la equidad y la transparencia pueden campar a sus anchas.
No como antes.
Y todo gracias a mí y solo a mí.
Estoy pensando en hacerme una estatua como homenaje al sin fín de personas que he ayudado con el poder de mi mente y un sólo dedo.
Sí. De oro mejor, que siempre es un valor seguro. Hay que mirar siempre por el futuro.
... Quizá mejor invertir en varias. Al fin y al cabo una cabeza pensante como la mía es digna de ser recordada en cualquier esquina.
Si.
¡Ayyyyyy! , todo el mundo debería experimentar alguna vez la satisfacción del trabajo bien hecho.
Siguiente fase: las alcaldías.
Voy a arrasar.




domingo, 10 de diciembre de 2017

IMAGINACIÓN Y PODER

Entre los sentidos que no se nombran, ni se utilizan habitualmente, está el más poderoso de todos: el sentido de la imaginación.
Imaginar, por ejemplo, que puedo cambiar la palabra sentido por capacidad.
No es lo mismo pensar que tenemos ciertas características dadas e inamovibles, que pensar en que tenemos infinitas capacidades por desarrollar.
Así como los sentidos básicos ( vista, olfato, etc.)son necesarios para que nuestro cerebro haga una imagen multidimensional concreta de nosotros y nuestro entorno,
la capacidad de imaginar no depende de ninguno de ellos.
Vive en él.
Es un mundo a parte donde todo cabe, y que puede transformar totalmente la visión de lo que nos pasa y de lo que pasa a nuestro alrededor.
Normalmente no la controlamos, funciona por su cuenta y de esta manera puede llegar a dominarnos.
Cuando alguien no hace lo previsto, enseguida nuestra imaginación propone posibilidades casi siempre negativas:
Se habrá perdido. Habrá tenido un accidente.  Habrá decidido dejarme.
Seguro que está con otro. Lo habrán secuestrado.
Cuando al final no ha pasado nada de eso y la explicación era en realidad mucho más sencilla, hablamos de que la imaginación nos ha jugado una mala pasada.
Ella juega con nosotros, pero nosotros no jugamos con ella.
Sólamente las personas que conservan la capacidad de ser niño pueden permitirse el lujo de disfrutar de ese universo infinito y original.
La imaginación ha permitido al hombre inventar, experimentar, investigar y desarrollar todo lo que hoy en día somos y tenemos alrededor.
Todo parte de una inquietud, una visión, un sueño.
De la imaginación, que nos da el impulso necesario para hacer lo que queramos, realidad.
Imaginar que podemos hacer algo, cuesta exactamente lo mismo que imaginar que no podemos hacerlo.
Con la diferencia que la primera opción reduce ampliamente las posibilidades y la segunda las aumenta sustancialmente.
Se trata de una simple elección que va a condicionar nuestra actitud posterior frente a todo.
Los del traje de mandar saben del ingente poder que tiene esta capacidad, y por eso nos lo dan todo ya pensado e imaginado. Las formas, los colores, las modas, tendencias, comportamientos sociales y mentales.
Lo que debemos comer, escuchar, beber, oler, lo que nos debería gustar leer o ver en la tele.
Todo está registrado en imágenes infinitas que repiten de forma machacona en cualquier tipo de pantalla.
Saben que la imaginación funciona produciendo las imágenes que queramos proyectar en ella, y que es la semilla para descubrir la capacidad más poderosa que tenemos: la de cumplir el sueño de cada uno.
La de la realización personal.
No conviene que seamos autónomos y mucho menos que sepamos que con pulsar una tecla distinta en la forma de pensar habitual, seríamos capaces de cualquier cosa.
Por lo tanto, se dedican a reducir nuestra imaginación todo lo posible, hasta llegar al punto de que muchas personas no saben ni que la tienen, y mucho menos que pueden utilizarla con resultados extraordinarios.
La imaginación nos permite inventar pensamientos e imágenes positivas que pueden hacerse realidad.
Debería cultivarse, regar, dejar crecer y multiplicarse igual que todo lo importante en esta vida.
"Piensa mal y acertarás"
Piensa bien y serás más feliz.
Imaginación al poder...¡De todos!