Como ya sabéis últimamente wifi pirata pasa de mí. Así que me he venido a este parquecico que hay cerca de mi casa recién construído y aquí estoy, debajo de la única sombra que he visto en todo el recinto. Tan sólo hace algunos meses, todo estaba lleno de árboles gigantes y huertas.Daba gusto pasear por aquí. Un verdadero regalo para los sentidos.
Ahora miro a mi alrededor y veo puentes que no hacen falta, y hormigón por doquier. Han dejado un pequeño huerto (como muestra vale un botón), y sí, han plantado muchos árboles que para cuando estén como los que cortaron ya tendré tataranietos. Bueno, en honor a la verdad hay que decir que de noche se ve muy bonito. Se ve lo mismo que de día (nada), pero con una iluminación que da gusto...
Ah, no, que no voy a ser tatarabuela ... que mis chicos dicen que sólo quieren tener novia y perro.
Total, que estamos en la de siempre... Nos dan subvenciones, nos las gastamos y luego hacemos una chapuza para que no cante demasiado y a (robar)otra cosa, mariposa ...
Qué calor, voy a tener que irme antes de que me de una insolación y se me caliente más la cabeza.
Que son las doce de la mañana y ya he oído la palabra mamá unas cuatrocientas veces...
Buenos día a todes ...
Este blog es el principio de algo que empieza como continuación de una inquietud que tengo desde cría... Básicamente lo utilizo como terapia ocupacional, para no dejar que a mis neuronas les de por flotar a favor de la corriente y se me escapen definitivamente... Humor con amor o viceversa. No se me ocurre combinación mejor para retenerlas.
jueves, 17 de julio de 2014
miércoles, 16 de julio de 2014
HASTA LUEGO, "SOFOCAVACAS"
No se me podía ocurrir mejor adjetivo para describir a cualquiera de mis hijos, y como encima soy tauro pues les va que ni al pelo ...
No entiendo porqué no se me ha ocurrido a mí ... Y tampoco porqué se referían a mi persona cuando se despidieron con semejante improperio.
Yo soy totalmente incapaz de sofocar a una vaca. No sabría ni por dónde empezar. Pero claro, si es verdad que de casta le viene al galgo, algo de eso debo tener.
Os juro que la última relación que tuve con alguien de esa especie , fue exactamente todo lo contrario. Estaba paseando por Arteta, cuando descubrí algunas gallinas dicharacheras en un corral y me paré a observarlas. - ¡ Qué majicas! - murmuré a la vez que un aldeano pasaba delante de mí. Me miró con cara de "qué tía más tonta", y se fue.
Continué paseando con cara poker, y descubrí una vaca lechera grande y preciosa en mitad de un prado. - Qué majica - pensé esta vez (no me atreví a decirlo por si el aldeano seguía cerca), y la vaca se volvió a mirarme unos momentos. - Parece que tiene telepatía - seguí pensando. Y debía de ser verdad porque cuando dejo de mirarme con su cara lánguida, se dio media vuelta, puso los cuartos traseros en frente de mi cara, y se tiró un pedo que me pareció que duraba una eternidad. Hasta ese momento nunca me había parado a pensar en ese lazo especial que une a los aldeanos con sus animales.
Y después de ese instante tampoco, porque me dio un vahído que casi no vuelvo. Menuda peste ...
Así que no me explico en qué momento logré sofocarla. Pero está claro que lo hice, y que luego tomó represalias.
Total, que parece que el insulto también me viene al pelo. Aunque no acierto a adivinar por qué parte de la familia me llega esta herencia tan sofocante.
Y ya no puedo con este "sinvivir" ... hasta que no lo averigüe no paro ...
No entiendo porqué no se me ha ocurrido a mí ... Y tampoco porqué se referían a mi persona cuando se despidieron con semejante improperio.
Yo soy totalmente incapaz de sofocar a una vaca. No sabría ni por dónde empezar. Pero claro, si es verdad que de casta le viene al galgo, algo de eso debo tener.
Os juro que la última relación que tuve con alguien de esa especie , fue exactamente todo lo contrario. Estaba paseando por Arteta, cuando descubrí algunas gallinas dicharacheras en un corral y me paré a observarlas. - ¡ Qué majicas! - murmuré a la vez que un aldeano pasaba delante de mí. Me miró con cara de "qué tía más tonta", y se fue.
Continué paseando con cara poker, y descubrí una vaca lechera grande y preciosa en mitad de un prado. - Qué majica - pensé esta vez (no me atreví a decirlo por si el aldeano seguía cerca), y la vaca se volvió a mirarme unos momentos. - Parece que tiene telepatía - seguí pensando. Y debía de ser verdad porque cuando dejo de mirarme con su cara lánguida, se dio media vuelta, puso los cuartos traseros en frente de mi cara, y se tiró un pedo que me pareció que duraba una eternidad. Hasta ese momento nunca me había parado a pensar en ese lazo especial que une a los aldeanos con sus animales.
Y después de ese instante tampoco, porque me dio un vahído que casi no vuelvo. Menuda peste ...
Así que no me explico en qué momento logré sofocarla. Pero está claro que lo hice, y que luego tomó represalias.
Total, que parece que el insulto también me viene al pelo. Aunque no acierto a adivinar por qué parte de la familia me llega esta herencia tan sofocante.
Y ya no puedo con este "sinvivir" ... hasta que no lo averigüe no paro ...
lunes, 7 de julio de 2014
CELEBRANDO SAN JUAN HOSCO
Como a todo el mundo por el mes de Julio le da por celebrar San Fermín y a mí no me gusta nada seguir la corriente, he decidido por mi cuenta y riesgo celebrar San Juan Hosco. Más que todo porque no tiene muchos adeptos y así tocan a más bendiciones por cabeza, que con la que tienen montada estos del traje de mandar, todas son pocas.
Por otro lado, la historia de J. Hosco es bastante más interesante, aunque no acabara muriendo asado en una parrilla como el pringao de San Lorenzo. Que por lo visto debieron sazonarlo demasiao y al final ni se lo comieron.
Su nombre verdadero era Johanna Svratilhowsca. La cuestión es que la fémina criatura, nació con algún kilo de más, una nuez del tamaño de una pelota de esas que botan mucho, y barba y bigote incipientes al estilo hippye. Su madre murió del susto y su padre, pobrecico mío, se dijo:
- Esta cría es horrorosa de fea. Y siguió llorando incontrolablemente bien de rato.
Asi que johannita se lió la manta a la cabeza, se tomó el último biberón caliente y se pegó unas palmaditas en la espalda, lo que le provocó una arcada. Vomitó sobre la calva de su padre, y después de enjuagarse la boca con un trago de suero fisiológico que encontró por algún sitio indeterminado, se puso el chupete en ristre y salió del hospital sin mirar atrás.
Vaya mierda de vida, pensó, vaya mierda de padre y vaya madre más pusilánime y asustadiza. En fín ..
Luego se vió reflejada en un escaparate y fue directa a la clínica estética de un argentino que vió en las páginas amarillentas de un listín telefónico que se encontró sin venir a cuento en mitad de la calle Mercaderes.
El argentino le dijo que no podía operarle sin autorización paterna y a ella se le vino todo el mundo encima, lo cual le agobió un poco y decidió tragar un poquillo de saliva a ver si así ...
Claro. El movimiento de su nuez al tragar provocó un torbellino de emociones encontradas en todos los presentes y entre ellos decidieron ponerse en huelga de algo, hasta que el veterinario aceptó y la operó sin ningún compromiso.
Entonces ella , aprovechando el momento de bajón del susodicho ex habitante de la Pampa, le dijo: - pues mira, ya que te pones, en vez de quitarme la nuez, la barba y el bigote, y liposuccionarme viva, mejor me pones un pito curioso y todo arreglado. Y la operó .
Cuando despertó de la anestesia pensó que anestesiarse mola, y a partir de ahí se cogió un enganchón al gas ese de la risa que se operó sin ton ni son todo el rato .
Hasta que se dió cuenta de que iba cuesta abajo y sin frenos, y se volvió hosco a más no poder. Intratable, vaya ... La gente le hacía el vacío sistemáticamente. Y como no podía soportarlo más, cogió y se perdió en la selva de Irati hasta el fín de los tiempos ...
Por otro lado, la historia de J. Hosco es bastante más interesante, aunque no acabara muriendo asado en una parrilla como el pringao de San Lorenzo. Que por lo visto debieron sazonarlo demasiao y al final ni se lo comieron.
Su nombre verdadero era Johanna Svratilhowsca. La cuestión es que la fémina criatura, nació con algún kilo de más, una nuez del tamaño de una pelota de esas que botan mucho, y barba y bigote incipientes al estilo hippye. Su madre murió del susto y su padre, pobrecico mío, se dijo:
- Esta cría es horrorosa de fea. Y siguió llorando incontrolablemente bien de rato.
Asi que johannita se lió la manta a la cabeza, se tomó el último biberón caliente y se pegó unas palmaditas en la espalda, lo que le provocó una arcada. Vomitó sobre la calva de su padre, y después de enjuagarse la boca con un trago de suero fisiológico que encontró por algún sitio indeterminado, se puso el chupete en ristre y salió del hospital sin mirar atrás.
Vaya mierda de vida, pensó, vaya mierda de padre y vaya madre más pusilánime y asustadiza. En fín ..
Luego se vió reflejada en un escaparate y fue directa a la clínica estética de un argentino que vió en las páginas amarillentas de un listín telefónico que se encontró sin venir a cuento en mitad de la calle Mercaderes.
El argentino le dijo que no podía operarle sin autorización paterna y a ella se le vino todo el mundo encima, lo cual le agobió un poco y decidió tragar un poquillo de saliva a ver si así ...
Claro. El movimiento de su nuez al tragar provocó un torbellino de emociones encontradas en todos los presentes y entre ellos decidieron ponerse en huelga de algo, hasta que el veterinario aceptó y la operó sin ningún compromiso.
Entonces ella , aprovechando el momento de bajón del susodicho ex habitante de la Pampa, le dijo: - pues mira, ya que te pones, en vez de quitarme la nuez, la barba y el bigote, y liposuccionarme viva, mejor me pones un pito curioso y todo arreglado. Y la operó .
Cuando despertó de la anestesia pensó que anestesiarse mola, y a partir de ahí se cogió un enganchón al gas ese de la risa que se operó sin ton ni son todo el rato .
Hasta que se dió cuenta de que iba cuesta abajo y sin frenos, y se volvió hosco a más no poder. Intratable, vaya ... La gente le hacía el vacío sistemáticamente. Y como no podía soportarlo más, cogió y se perdió en la selva de Irati hasta el fín de los tiempos ...
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