Cumbres borrascosas donde habita lo que el viento se llevó, al este del edén... Como si de una ventana indiscreta se tratara, veo cómo desayunan con diamantes, y no siento las piernas.
Porque nadie escucha los gritos del
silencio que nace en algunos amaneceres rojos.
Tacones lejanos caminan tras el corazón
esmeralda que vive dentro de un cabaret parecido al Moulin Rouge de París.
El bueno, el feo y el malo campan a sus anchas
mientras que el hombre que susurra a los caballos se cree Macbeth.
Hay tomates verdes fritos para comer, renovar
energías y volver a empezar.
El niño del pijama de rayas está
dudando entre leer Alicia en el país de las Maravillas o ver la vida de Bryan.
Y ya es otoño en el corte
anglosajón. Qué corte.
A veces tengo ganas de cerrar los ojos y
volar. Y otras vuelo sin despegar los pies del suelo.
Dos hombres y un destino: Thelma y Louise.
La soportable pesadez del ser (mujer, madre,
hija, hermana, amiga, artista y equilibrista). Y amante a tiempo parcial. Qué
cosas... En fin...
Me ha parecido interesante y original esta entrada, sigue así.
ResponderEliminarmuchas gracias por tus ánimos , " unalectoramás" ... tengo el placer de conocerte?
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