Nada más terminar de hablar con Gladys, empecé a pensar a quién pudiera confiarle la defensa legal de Alba, y llamé a un colega de Barcelona que me debía un par de favores. Pero cuando le conté un poco por encima la situación, me contestó con evasivas alegando que era un caso muy difícil puesto que pensaba que la policía nunca iba a admitir que había cometido cuatro fallos tan garrafales, al no haber investigado ninguno de los casos de los que Alba se autoinculpaba.
Me dijo que, según él lo veía, harían un juicio rápido y la internarían de por vida en un hospital psiquiátrico. - Será diagnosticada por un tribunal médico. El mismo que trabaja para la policía . Dirán que padece cualquier enfermedad mental incurable, y se quitarán rápidamente el muerto de encima.-
Y aquí paz y después gloria.-
Menudo panorama. Ahora me explico el porqué de la medicación que le estaban dando. No puede ser . Pensé que debiera haber alguna triquiñuela legal para conseguir que Gladys se quedara con su custodia.
Y se me ocurrió la brillante idea de llamar a Victor. Qué tonta. Tenía la solución delante de mis narices y yo buscando por ahí. Además él estaba completamente al tanto de la situación.
De hecho nunca hemos trabajado juntos. Una buena oportunidad para compatir algo más de tiempo e intentar avivar nuestra relación, ahora mismo en "stand by".
23 de Abril de 2014
Gladys llamó anoche. Alba sigue igual. Al menos no empeora . No he podido decirle nada en concreto porque Víctor lleva tres días sin contestarme al teléfono. Estoy mosqueadísima. Las dos veces que hemos hablado desde que vino de Cuenca le he sentido distante. No sé qué mosca le habrá picado.
Tampoco le he dicho nada sobre la opinión de mi amigo. Con la que lleva encima la pobre, no le hace falta escuchar nada que le augure peor futuro del que ya tiene. Espero que ese Dios al que reza y al cual le tiene tanta fe, le eche una manita . Por cierto ...- ¿ De qué estarán viviendo?-
Hombre, Alba se supone que tiene una herencia nada despreciable, su padre era empresario. Pero también recuerdo que ella me dijo en una ocasión que nunca tocaría el dinero de la herencia de sus padres. Al menos hasta que ella misma considerara que había expiado su culpa.
Ni siquiera sé si Gladys tiene idea de que existe ese dinero. La próxima vez que hable con ella se lo preguntaré.
Voy a llamar a Victor, a ver si me coge de una vez.
24 de Abril de 2014
Llamé al móvil de Victor y contestó una voz masculina que no era la suya. Pregunté por él y esa misma voz lo llamó y dijo: -Victor, cariño, te llaman por teléfono.-
Colgué inmediatamente. De entrada quise pensar que me había equivocado, pero la duda apenas duró un par de segundos.
No sabría ponerle palabras a la sensación que me invadió por completo y que acabó por viajar desde el centro del estómago hasta mi garganta y hacerme vomitar.
No he podido dormir en toda la noche. Tampoco me he atrevido a volver a llamar.¿ Victor con un hombre? Es lo último que hubiera podido imaginarme.
Sobre todo no entiendo porqué después de 10 años juntos nunca me ha hablado de esa otra vertiente suya que yo desconocía por completo. Me siento engañada, frustrada, dolida.
Intuía que algo no andaba bien desde lo de Cuenca, pero esto ... Ahora no puedo dejar de preguntarme cuánto hace que lleva esta doble vida, y si " el otro" sabrá de mi existencia.
No tenía porqué haberme engañado. Podía haberse sincerado conmigo y ahora todo sería diferente. No quiero ni verlo. Tendré que pensar en otra persona para que se haga cargo de la defensa de Alba, pero ¿quién?. La verdad es que ahora mismo me da todo igual.
Esta mañana hemos asistido al desalojo de un piso que tenía una orden de deshaucio. Abuelos, padres, y cuatro hijos, todos en paro y viviendo gracias a la mísera pensión de los ancianos. Hemos conseguido algo más de tiempo, pero ha sido una victoria agridulce. Dentro de unos meses igual no tienen esta suerte.
Es una vergüenza y un despropósito de dimensiones colosales.
Todos los días viendo cómo los corruptos del poder roban a sus anchas sin que nadie los enjuicie, como si estuvieran por encima del bien y del mal. Viendo cómo el gobierno inyecta dinero a los bancos y éstos se dedican a pasarse los derechos fundamentales por donde les da la gana, para seguir engordando sus arcas y sin importarles en absoluto el drama humano que acarrean sus decisiones cuya sensibilidad brilla por su ausencia.
No puedo más. Estoy harta.
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