Hasta he escrito en otro idioma sobre ella, a ver si así me resultaba algo más simpática ...Y en principio si, oye, ha dado resultado ... pero sólo sobre el papel.
Así que llueve sobre papel mojado.
Vaya mierdita.
No puedo con el enemigo. Y ¿qué hago? ... pues está claro ...unirme a él. Y ¿qué tengo que hacer para unirme a él? ... pues está claro ... : la primera fase es la observación.
Abro la ventana y tengo de fondo a mi vegetal preferido. Del cielo caen algunos billones de partículas acuosas en una linea recta tendente hacia cierta lateralidad monótona y decadente. No importa, tuerzo la cabeza en paralelo a la lateralidad y lo que antes estaba torcido, ahora también. Y mi cuello ha crujido queparaqué.
Observo que a un ritmo incierto y sin hacer caso de la corriente direccional de las demás, hay una de esas partículas que cae desde el tejado. Es más grande y más gorda ... se nota que no ha tenido la suerte de caer directa al suelo como las demás. Bueno ... por lo menos se ha diluido después de haber conocido unas cuantas tejas y de haber intimado hasta convertirse en una con tooodas las semejantes que se ha topado por el camino . Ni tan mal.
No entiendo porqué tienen que caer tan rápido ... y tampoco alcanzo a comprender porqué no se chocan. Millones circulando a la vez en la misma dirección y no se chocan nunca.Oye.
Es que lo flipo.
Y nada. Ya he terminado la primera fase. Estaréis de acuerdo conmigo en que más chispa no se le puede sacar. Joer, ... ¿ y los truenos y los rayos?
Porque eso también tiene su aquel. O sea: las partículas están todas juntas en el cielo y van formando diferentes nubes, ¿no? ... Supongo que elegir una nube u otra será voluntario. Vamos, que por ejemplo una partícula acuosa le echa el ojo a otra u otras mientras la caída libre, le suelta un piropo como "hoy tienes un brillo especial en los reflejos", y quedan para después cuando se evaporen, en cierta altura concreta.
Por lo visto la movida empieza cuando unas empiezan a invitar a otras y esas a otras. Ahí se da el hacinamiento y es cuando empiezan a chocar entre ellas y al final terminan por ponerse negras.
Y la nube entera se revuelve y choca con otra que viene de la misma guisa y claro, saltan chispas. Pero como son muchas, las chispas se convierten en rayos mortales de necesidad.
Vamos, que todo se resume a una cuestión de espacio.
La moraleja sería que una se puede llevar bien con todo el mundo. Lo único que hay que averiguar es la distancia exacta a la que tengo que poner a cada quien para que no choque conmigo, y sobre todo no me raye.
Por cierto, ya ha dejao de llover ...
*: Lo de la braga era por llamar la atención. Guarretes.
Llevaba un tiempo sin entrar en tu blog. Me quedo con la moraleja. Besotes...
ResponderEliminarqué alegría volver a verte por aquí ... se te echaba de menos ..
Eliminar