Sentada en un banco
respirando árboles,
queriendo acaparar el sol.
Por fin hoy, se deja ver.
Cierro los ojos
y veo colores y formas
que nunca nadie inventó.
Cómo me gustaría
embadurnarme con ellos
y dejar este gris oscuro,
que a teñirme empieza
el alma.
Echo de menos mi cueva.
Aquella
donde me resguardaba
donde respiraba esperanza
y paz.
Donde soledad era
fiel compañera,
y no enemiga.
Pero se la llevó el viento.
Y ya no queda nada.
Y aunque respire,
me ahogo.
Y aunque quiera,
no puedo.
Me busco,
pero no me encuentro.
Volveré a cerrar los ojos.
E imaginaré que el viento,
nunca pasó
por allí.
respirando árboles,
queriendo acaparar el sol.
Por fin hoy, se deja ver.
Cierro los ojos
y veo colores y formas
que nunca nadie inventó.
Cómo me gustaría
embadurnarme con ellos
y dejar este gris oscuro,
que a teñirme empieza
el alma.
Echo de menos mi cueva.
Aquella
donde me resguardaba
donde respiraba esperanza
y paz.
Donde soledad era
fiel compañera,
y no enemiga.
Pero se la llevó el viento.
Y ya no queda nada.
Y aunque respire,
me ahogo.
Y aunque quiera,
no puedo.
Me busco,
pero no me encuentro.
Volveré a cerrar los ojos.
E imaginaré que el viento,
nunca pasó
por allí.
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