SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

lunes, 6 de marzo de 2017

SOBRE LA INUTILIDAD NOCIVA DEL CALENDARIO

Pasan los días uno detrás del otro con su inexorable rutina y voy viendo mi rostro en el espejo y cómo en él, también se nota el paso del tiempo.
Mi frente ya pinta arrugas y mis hijos dicen " eso era en tus tiempos".
Me descubro diciendo las frases que antes odié de mi madre, incluso ahora puedo justificarlas.
A veces tengo la impresión de que soy como una momia milenaria, pero en mi imaginación todavía conservo ese brillo en los ojos de la niña que tiene todo un mundo por descubrir, tocar, sentir, ver oler y experimentar.
La desidia haciendo pulso con la curiosidad.
El desengaño con la esperanza.
La ira con el amor.
Los sueños con las pesadillas.
Los amaneceres con los ocasos...
La hija con la madre.
La amiga con la amante.
Echo la vista atrás y me quedo aquí, pensando, dónde habré perdido ese brillo que algún día iluminó mis ojos.

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