Hagamos una gran hoguera para celebrar este solsticio.
Traeremos para quemar en ellla, todos los malos recuerdos y el miedo al futuro.
También quemaremos ropa vieja, simulando un cambio de piel.
Una nueva estación, una nueva transformación.
Porque ningún invierno es igual, aunque sea parecido.
Ardan en el fuego todos los deseos infundados, los anhelos anclados, los sueños torcidos.
Disuélvanse en ella y conviertanse en ceniza las dudas y los peros.
Las adicciones y las contradicciones, las indicaciones y las contraindicaciones.
Las sonrisas falsas, los falsos espejismos.
Y después comeremos, beberemos y bailaremos alrededor de ella, en cálida y justa armonía...
Como debiera ser de ley.
Como es ley natural.
Bienvenido sea el solsticio de invierno, bienvenidos los abrazos que calientan corazones.
Bienvenidos todos!
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