SOBRE EL SESO DE LOS ÁNGELES
El día que me di cuenta de que lo que yo tenía no era un mini pito, y que por eso se me escurría el pis entre las piernas cuando meaba de pie, como mis hermanos, mi padre y mi abuelo, ya empecé a sospechar que la cosa no pintaba muy bien... Pero conseguí sobreponerme, hasta que al cura del barrio se le ocurrió la brillante idea de decir que nada de vestidos de princesa ni trajes de marinero... Que gastarse así el dinero no era nada cristiano y que todos a hacer la comunión vestidos de calle. De domingo, pero de calle y punto.
Decían que era rojo, pensaba yo que porque fumaba Winston.
A mí más bien me parecía blanco y negro. Como la tele.
Y de esa forma me quedé compuesta por un vestido que me hizo la modista, y sin mi traje de princesa que era lo único que me hacía ilusión del día de la comunión. Bueno, eso y los regalos.
Más tarde pensé que ya medía 1'70, y el traje hubiera tenido que ser de novia, muchísimo más caro... Así después de la primera impresión luego de comerme el cuerpo de Cristo, no sin antes beber su sangre, fue que había hecho un buen sacrificio para empezar mi vida de cristiana consciente, y se me pasó un poco.
El día que me vino la regla con unos dolores de parto, y encima me dicen que eso me iba a pasar todos los meses durante al menos treinta años más ... Ese día empecé ya a sospechar que lo de ser mujer tenía pinta de ser algo pringoso, engorroso y doloroso.
Pero bueeeeeno, si les pasa a todas, pues vaaale.
Cada mes sospechaba más y más... hasta que tuve la certeza, ya estando embarazada, de que ser mujer era un verdadero marrón, otro un poco más claro, y dos blancos del todo o viceversa.
Luego lo de la depresión post parto, que como se sabe cuando empieza, pero no cuándo acaba, voy con retraso seguro.
Soñando con la menopausia, vaya...
Pero noooooo, la cosa no se acaba ahí, nooooo.
Ahora viene cuando me descalcifico, me sale bigote y barba ( a buenas horas), y tengo desarreglos hormonales y de temperatura que me tienen sofocada, helada, cabreada, cantarina, melancólica, irónica, intensa, cachonda, tensa y floja a la vez. Todo el día con la pinza en la mano.
Y parece que va en serio...
Vamos, que me voy a hacer budista por imperativo vital trascendente, sin remisión.
Y ya estoy ahorrando para sobornar a quien sea , y que en mi próxima vida nazca macho.
Lo único que me preocupa son los huevos... Que parece que deben pesar bastante...pero vamos, que después de ser mujer, aunque tenga que arrastrarlos no me importa.
Ya los llevaré con una carretilla o colgaos del hombro.
Y si no, no renazco más y punto. Que ya está bien...
Voy a tomar el harpagofito, a extenderme la crema antiedad por donde toque, a tomar el protector estomacal, la pastilla para dormir y a soñar que soy un ángel sin seso.
Eso, eso...
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