Veo la lluvia caer
y quiero ser agua.
Agua que limpia,
agua que sana.
Agua que corre sinuosa
por cualquier camino
que la devuelva al río
y después al mar.
Sin pensar,
sin más peso específico
que el suyo propio.
A veces con prisa y otras
con pausa.
Y siempre
albergando vida.
Sintiendo
como cada gota
que salta inquieta,
vuelve al final
a formar parte del todo.
Río, lago, pantano,
cascada o acueducto.
Quizás el charco
que todo el mundo procura esquivar
para no tener que mojarse.
Agua que purifica y no mancha.
Agua clara.
Agua de lluvia o de nieve
Agua espejo.
Veo la lluvia caer
y quiero ser agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario