Si. He decidido que ya nunca más me voy a enamorar, diga lo que diga mi corazón. Está como una cabra y no es de fiar.
Entonces la próxima vez que le de el acelerón típico ese de la primera
fase del enamoramiento, en vez de dejarme llevar me enhumoraré.
Que viene a ser lo mismo que lo otro pero tomándoselo todo con sentido del humor.
Por ejemplo:
Que te llama y cuando vais a colgar os pegáis media hora cuelga tú,
cuelga tú hasta que cuelga uno? Pues antes de colgar reconoce que
parecéis auténticos quinceañeros gilipollas y la cosa,en vez de con
sonrisa terminará en carcajada.
Que pasada la primera fase te das
cuenta que todas esos pequeños detalles que tendían a desagradarte y
estabas segura de poder cambiar, ahora empiezan a ser defectos
insalvables?
Pues pasas de la etiqueta novios y te pasas a la de amigos con derecho a goce y aquí paz y después roce.
Que ya en esa fase uno de los dos encuentra otro motivo humano por el que seguir viviendo?
Nada de cabreos. Se pasa de la etiqueta anterior a la de practicante
del amor universal y en el peor de los casos la cosa acaba como empezó.
Sin acritud
Como veréis lo más importante en el amor no es el amor
sino el humor. Y sobre todo desarrollar la bendita capacidad de cambiar
de etiqueta al ritmo del transcurso de los tiempos del corazón.
Así
que ya sabéis. Dejad de enamoraos como seres pueriles que ya no estamos
en edad y enhumoraos. Que eso sí que dura para siempre y no tiene
efectos secundarios. Sólo primarios. No os lo garantizo pero me gustaría
creerlo... Bueno, siempre que consigas llegar a la fase del humor
universal sin matar a nadie.
Qué, os convence? A mi sí. (Qué capacidad).
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