Al principio era algo raro, porque de par de mañana de pronto notaba un beso y cuando abría los ojos no había nadie.
Otras veces aparecía un ramo de flores dentro de un jarrón, que no
tenía, en el centro de la enclenque mesa de camping que había desplegada
en la cocina.
Tenía miedo... Casi pavor. Hasta que me di cuenta de que fuese aquello lo que fuese, me hacía la vida más feliz.
A parte de los detalles habituales, un día empezó a dejarme notas . En
unas había poesía, en otras acertijos, y en las más, pensamientos.
Yo correspondía a su correspondencia haciendo lo mismo.
Es divertido. Cada día un pequeño descubrimiento, seguido de algún que otro enigma que tarde o temprano acabo por descubrir.
Es como si nos conociéramos de siempre. Tanto, que ya no salgo de casa.
Mis amigos dicen que tengo un brillo especial en los ojos y preguntan
por qué tengo esta sonrisa imborrable en la cara de un tiempo a esta
parte.
Que parezco la Mona Lisa...
No puedo explicarles que me
gusta un ente invisible, pero con lo transparente que soy, seguro que
tarde o temprano se dan cuenta.
Joder! ... Sería como lo que decía
aquella frase de un anuncio que me encandiló, mientras ojeaba el diario
en el "Café au lait" un día 15 , creo que del último de febrero...
" Hombre invisible busca mujer transparente para hacer lo nunca visto".
... No lo había pensado...
Quizás sea él! .
Eso, o estoy como una cabra. Por eso no salgo. No sea que me persiga...
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