SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

martes, 20 de enero de 2015

ASUMO MIS OJERAS, O VIVO SIN VIVIR EN MÍ, UNA DE DOS ...

Esto de escribir cuando lo que me pide el cuerpo es hibernar, es algo dificultoso para mi cerebro que yace en estado sedoso o sedado.
Ayer fui al banco porque el tonto del cajero automático se había encabezonao la tarde anterior con no darme dinero, porque decía que no tenía (yo). Pero la cuestión y sin que sirva de referente es que sí tenía. Comprendo que el chaval a partir del día diez está acostumbrao a repetir la frasecica, no olvidemos que es automático, pero eso de tener y que no me diera estuvo realmente a punto de soliviantarme. Sobre todo teniendo en cuenta que era FIN DE SEMANA. Luego me acordé de que suelo ser Budistatis y también que a veces tiendo a practicar el amor universal de forma no concreta, así que invité al cacharrico a que se diera un paseíco entre los pinos verdes a los que mece la "brisa cierzo" de San Cristobal, o incluso más lejos después de darle una palmadica con el pie.
Luego respiré y me fuí.
Y como decía, ayer volví.
Me explica el rubio de ojos azules que como el gobierno de Navarra me ingresa una pensión por hijo a cargo que viene dada por ley dos veces al año, consto como pensionista. Y ese es el motivo por el que me han bloqueao la cuenta: tienen que comprobar si estoy muerta, porque en julio cobré y se me debió de olvidar avisarles de que seguía viva, aunque sin colear. Lo más curioso de todo es que la libreta en cuestión está a nombre del niño. Yo consto como administradora.
Y me dije: vaya control (de los "güebos"). 
Lo peor de todo es que este no es mi primer contacto directo con la muerte:
Mi primer contrato de trabajo tuvo lugar en Sevilla, así que el comienzo de mi número de la seguridad social empieza de forma distinta. Y el resto del número también.
Cuando regresé  a Pamplona y volvieron a contratarme , me llama la chica de la oficina y me dice que vaya a la seguridad social porque no consto en los ordenadores. Así que voy, y después de esperar larga cola, el trabajador muy amable me explica que ese tipo de reclamación la tengo que hacer en el edificio de al lado. Concretamente en el quinto piso. Asi que respiro y voy.
Segunda cola consecutiva, otro ratico de una hora esperando y por fín llego hasta la mesa de la salvación. Tampoco tenía mejor cosa que hacer... O si?...
Le explico el problema a la señora, se pone a teclear en el ordenador. Para, y empieza a santiguarse. Yo me acojono y pregunto. Ella no alcanza a articular palabra y da media vuelta a la pantalla para que lea yo lo que pone : Fallecida.
A mí me hace gracia la cosa, y le digo: - Coño, pues si esto es el cielo menudo chasco, chica. Yo pensaba que estar muerta era otra cosa....-
La otra me mira seria y me indica que debo volver al punto de partida para que me solucionen la cuestión. Por lo visto los datos están en los ordenadores del edificio de enfrente, pero abajo. Viva el manejo a nivel de usuario!
Vuelta a respirar y vuelta a la cola y vuelta al mismo chico de antes. Le explico:
- Mira, tu compañera del edificio de enfrente me acaba de dar la noticia de que estoy fallecida y/o muerta. Y me ha dejao un poco descolocada porque no noto ninguna diferencia. Me gustaria que me aclararas si estoy viva, muerta, o vivo sin vivir en mí como Santa Teresa.-
- jajaja,-contesta- no te preocupes que aquí te matamos en un momento y te resucitamos en un plisplás.-
Efectivamente me resucitó en unos cuantos golpes de tecla, respiré y en ese momento me dí cuenta de que podía haber ido hasta allí sin respirar desde casa y no me hubiera muerto. Pero ya era tarde.
Total, estuve un monton de tiempo fiambre y podía haber hecho cualquiera de estas cosas que hacen los politicos y no se hubiera enterao ni Dios. Bueno, Tutatis sí, pero le hubiese dao una comisión bien sustanciosa y tan amigos.
Sólo espero que la próxima vez me lo avisen antes. También he decidido pintarme en la frente la frase " ESTOY VIVA ", para que se aclare todo el mundo. No pienso comprar más corrector para las  ojeras. Visto lo visto, no me cunde.