SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

jueves, 25 de febrero de 2016

POR FIN ME ENCUENTRO!

Ayer al final me encontré y ahora resulta que no sé muy bien qué soy.
Así a primera vista parezco una persona.
Pero no sé, no me fío mucho. La verdad.
Lo mismo soy una plutoniana de piel azul con el poder de camaleonizarme en cualquier ser vivo. Si.
Y seguro que me han mandado aquí después de resetearme y dejarme sin memoria como castigo por alterar el orden plutoniano.
Porque los de Plutón son súper estrictos con el tema del ocio. Sólo te dejan distraerte  media hora al día pues están convencidos de que del ocio a la vagancia hay una linea divisoria muy bien definida y a su vez tremendamente fina.
Un asco, vaya...
Lo que no entiendo es porqué aquí dedican mucho más tiempo al entretenimiento y sin embargo no parecen muy contentos.
Aunque lo que es entretenidos sí que se les ve...
Se juntan por grupos y juegan con máquinas. Algunos ya no se acuerdan de hablar. Y los demás reducen su vocabulario a medida que suman horas de juego.
Como sigan así acabarán por dejar de hablar del todo y las siguientes generaciones seguro que nacen directamente sin lengua. Ni materna ni paterna.
Pero lo que menos me gusta es un programa que ponen en todas las cadenas de televisión, a la misma hora tres veces al día. También lo hacen en formato diario de papel. A casi todo el mundo le encanta verlos.
Aunque no parece un concurso, el que mejor se lo aprende cree que sabe más que los demás y parte de los demás también lo creen.
Y eso parece que da cierta categoría, dicen, algo difícil de explicar para mi cerebro lleno de neurononías automotivantes.
Las tres veces repiten lo mismo para que la gente se lo aprenda bien, porque después deberán interactuar en base al guión de cada día.
Es algo siniestro. Consiste en hacer acopio de las peores noticias del mundo y luego contarlas de manera que la misma información vista en otro canal parezca otra noticia distinta.
A continuación todos los que los ven se pasan el día  discutiendo cuál parece más ajustado a la verdad, pero nunca llegan a un acuerdo porque aunque todos viven en el mismo sitio, cada uno opina desde su propia realidad. Que debería ser la misma. Pero parece que no.
Es como de cuerdos...
...Lo que más me gusta es imaginar cómo sería este precioso planeta azul ( como yo) y achatado por los polos ( como yo también), si no vivieran en él ciertos humanos que se comportan sólo como seres.
Al final me voy a alegrar de ser una plutoniana desmemoriada, reseteada y camaleónica .
Bueno no. Al final no.
Ya mismo.

lunes, 22 de febrero de 2016

PERDIDA

A veces me pierdo. Y es curioso, porque suelo estar donde siempre y hago más o menos  lo mismo de cada día.
Sin embargo tengo la sensación como de que mi vida no es mía. Que es la vida que al destino le ha dao la gana. Con mi inestimable ayuda, claro...
Esas cosas que no se escogen como  dónde naces o la familia.
Como pez fuera del agua surcando el aire a contracorriente.
Con la herencia genética a cuestas, como ermitaños errantes por un océano de interrogantes disfrazados de realidad.
Con la voluntad mermada por la codicia.
Con el corazón contrariado por el desamor.
Con el espíritu cercenado por la ignorancia y la incomprensión.
Más vale que tarde o temprano se me pasa y vuelve a parecerme que soy normal. Que me doy cada susto que para qué...

SI NACISTE P'A MARTILLO DEL CIELO TE CAEN LOS CLAVOS

Comenzó la melodía con unas notas sueltas al piano al que después de unos compases se sumaron el contrabajo primero y guitarra y batería después .
Recuerdo que tocaban Blue Moon.
La pista estaba vacía hasta que llegó ella, que apareció como de la nada entre las mesas iluminadas únicamente con un pequeño candil de aceite.
Así que entre el humo de estos, el de los cigarros y el techo dibujado de nubes oscuras justo a la altura de cada una de las mesas, nadie la vio aparecer hasta que llegó al espacio central donde se situaban los cuatro músicos .
Un cañón se encendió para iluminarla sólo a ella.
Era bajita y de escote amplio y generoso. Una melena mal teñida por debajo de la cintura y un vestido largo chillón y brillante coronado por una tiara que parecía comprada en el "todo a 100", hacían de aquella una estampa cutre total.
Y empezó a cantar.
La piel se me empezó a erizar casi automáticamente y entré como en un estado de ensoñación despierta en el que, cuando terminó la primera canción ya había comenzado a parecerme bella.
Cuando terminó el concierto supe que había empezado a enamorarme de alguien a la que si me hubiera cruzado por la calle nunca me hubiera parado a observar y mucho menos conocer. No daba crédito, me costó reconocerlo.
Volví la noche siguiente y todas las demás hasta que me atreví a invitarla a una copa y accedió, lo que me hizo cobrar valor para confesarle mis sentimientos.
Increíblemente para mí, me dijo que se sentía realmente halagada porque yo era muy guapo, pero que no era el prototipo de persona que le atraía.
Jarro de agua fría. No podía creerlo.
Hasta que la conocí tenía muy claro el estilo de mujer concreto que quería .
A partir de aquel momento nunca más se me ocurrió mirar a alguien y pensar que no es mi tipo.
Después de todo creo que debería haberle dado las gracias por abrirme el abanico.
Que a la postre, de todo se aprende.
Ahora, cada vez que escucho Blue Moon la recuerdo con esa nostalgia incierta de lo que pudo haber sido pero nunca fue.
Conmigo hubiera cambiado.
Estoy seguro.

FRANCESCA

Francesca Rabufetti era la mayor traficante de la provincia, aunque hasta la fecha nadie había podido inculparla por ninguno de los asesinatos de los que el inspector de los carabinieri estaba seguro que era única autora.
Por lo visto era una mujer muy persuasiva y ninguno de los posibles testigos se atrevía a delatarla. El miedo se podía leer en sus caras cada vez que llamaban a alguno para interrogarlo.
La conocí un día por casualidad. Viajábamos en el mismo tren y al bajar confundimos nuestras maletas que eran exactamente iguales excepto por un pequeño detalle: en uno de los laterales de metal había siete muescas casi imperceptibles. Yo no me hubiera percatado hasta llegar a casa, pero ella se dio cuenta enseguida, porque nada más bajar se agachó a comprobarla y se dirigió a mí sin perder un segundo.
Nos las intercambiamos y la invité a un café. Era guapa. Ella accedió,charlamos un rato de banalidades y se despidió no sin antes dejarme un numero escrito a boli en la palma de la mano.
Yo me quedé pagando la consumición mientras ella se iba diciendo adios desde el taxi.
Apenas salí de la estación cuatro miembros de la policía secreta me rodearon e indicaron con un gesto que les siguiera dentro de la estación.
Entramos en un cuarto pequeño que daba al andén donde había una mesa de escritorio dos sillas y un biombo.
- ¿pero qué pasa?-
- ¿pensabas que te ibas a escapar? La chica se ha dado cuenta de que querías darle el cambiazo y nos ha avisado.Ya no hace falta que disimules.-
- Pero que yo no... -
Abrieron mi maleta. Estaba llena de bolsas con polvo blanco.
Sentí como el calor abandonaba mi cuerpo de repente y desperté en la enfermería de la cárcel.
No podía creer lo que me estaba pasando hasta que recordé el número que ella había escrito en mi mano.
Arriesgué mi derecho a una llamada y marqué ese en vez del de mi abogado.
Cada noche me despierto bañado en sudor frío recordando el mensaje que escuché al marcarlo:
- hola, soy Francesca. Ahora mismo no estoy en casa. Pero no te preocupes.
El mundo estará mejor sin ti.-
Llevo aquí cinco años. Me quedan quince. Y sólo en esta cárcel malvivimos siete desgraciados que tuvimos la desdicha de invitarla a tomar café un día cualquiera en una estación de cualquier parte.
Dicen que odia a los hombres.
Al menos, me gustaría saber por qué yo.


REQUIEBROS

Me hallaba yo pensando en los piropos. Que ya no se oyen. Y ha encontrado el buscador este muchos, y de todos los tamaños y colores pero todos con una cosa en común: van dirigidos de hombres a mujeres.
Algunos graciosos y la mayoría con la intención de reblandecer a la dama. Como arma de seducción.
Y porqué ya no se usan?
Por falta de inspiración. La gente no inspira adecuadamente, coge cada vez menos aire y la cosa va mermando sibilinamente. Incluida la capacidad de seducción que queda reducida a una simple capacidad de succión.
Así que rompo una lanza en favor del sexo masculino, y me voy a inventar unos cuántos para que la cosa no decaiga.
A ver:
Si fueras un tren, me pondría como una moto.
O...No conozco tus gónadas, pero si se parecen a tí seguro que me hacen gracia.
O...Tengo ganas de pasearte de arriba abajo, como si fueses el puente de Brooklyn.
O...Cada vez que abres la boca, me da por ivaginar, ¡Uy!...
O... Quisiera recorrer hasta el último rincón de tus pensamientos. Bueno no.
O... Si fueras mi almohada te estrujaría toda la noche. Pero sólo si te fueras.
Digo si fueras mi almohada y no cualquier otra.
Bueno, para ser la primera vez creo que no a estao tan mal.
Vosotres diréis ...
Yo de momento voy a respirar bien que me ha entrao sofoco.
Qué tonta. ¿Ves?

DÍMES Y DIRETES

Estoy entre que el comer y el arrascar todo es empezar, y tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe.
Quizás debería tener en cuenta que no por mucho madrugar amanece más temprano o que a buen entendedor pocas palabras bastan , pero la verdad es que en casa del herrero cuchara de palo y a Dios rogando y con el mazo dando.
Así es que cuando las barbas del vecino veas cortar pon las tuyas a remojar, porque oveja que bala bocao que pierde.

Sólo espero que año de nieves, año de bienes y que no haya mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista.
Al fin y al cabo, ya se sabe: el muerto al hoyo y el vivo al bollo, que " por la calle van diciendo poco nos llevamos todos" y cada uno recoge ni más ni menos que lo que siembra. ( Depende el tiempo que haga)
.

LA VERDADERA HISTORIA DE SAN VALENTÍN

San Valentín era herrero y se hizo famoso por ser un experto especialista en descerrajar cinturones de castidad.
Cierto es que por hacerlo cobraba lo que no está escrito, y aunque no era el único que en sus horas de asueto se dedica a a estos menesteres, sí era el único que después de dejar la zona bien limpia y rasurada no cobraba también en especie.
Era realmente pulcro y meticuloso en su trabajo, nada fácil por cierto.

Y eso producía una extraña reacción en las damas que se quejaban de extraños ardores en la zona hasta unos días después de haberse ido él por la vereda que daba al río.
Luego ya se daban cuenta de lo que les pasaba y unas iban a confesarse y otras hacían lo propio. Según su origen dinástico.
En realidad se llamaba Tiburcio, pero como no es un nombre muy romántico que se diga dieron en llamarle sólo Valentín. Y es que el pobre no era muy valiente, no. Era ver un hombre y empezar a temblarle las piernas.
Lo que no sabían es que era gay pero no se lo decía a nadie para que no le pegaran ni le mataran.
Y Claro, el clero supercontento siempre dispuesto a dar consuelo todas esas pobres damas viudas y no, decidió por unanimidad hacerlo santo. Total, uno más uno menos...
Luego, mucho más tarde, llegó el corte anglosajón que decidió sacarlo del santoral y convertir los cinturones de castidad en perfumes para ellas y corbatas para ellos.
Y así fue como Valentín hecho santo resucitó de entre los muermos convertido en reclamo comercial.
Vivir para ver. Ver para creer. Creer o no creer.
He ahí el Dilaila
.

DE NOCHE

Es tarde y de noche. Escucho voces lejanas que se me antojan conocidas. Dicen que me ocupe y no me preocupe.
Que aunque no me lo parezca todo está bien y que todo esfuerzo tiene su recompensa.
Al fin y al cabo, la realidad siempre supera a la ficción. No creo que sea nada grave.
Llueve y llueve. Y espero que este agua que todo lo limpia entre en cascada imaginaria como aire por mi nariz y arrastre con ella las ramas y troncos que impiden que mi energía pueda expandirse libremente.
Oigo llover y lluevo.
Y por una vez siento que también soy lluvia y sólo eso.
Debo tener los chacras desordenaos.
Y el aura turbia.
A ver qué hago ahora.

NIÑOS GRANDES

Si sumáramos todo el tiempo empleado en batallas perdidas de antemano, mas el tiempo perdido en dudar y tener miedo, mas el que entretenemos imaginando situaciones y diálogos perfectos, más el que dedicamos a la impotencia...
Si todo ese tiempo se lo restáramos a una vida, seríamos siempre todos niños. Es lo que pasa.
Y no puede ser.

DESHOJANDO MARGARITAS

Habían pasado varios años cuando por fin decidí mudarme al pueblo para llevar una vida más sana y afín con la naturaleza.
Cuando llegué ya se había convertido en ciudad.

NÉCTAR DE ARCO ÍRIS

Cierro los ojos y me veo perdida en un precioso paisaje al que parece que no perteneciera.
Como si un abismo gigantesco me separara de todo lo que me recuerda quién soy y lo que me costó llegar hasta aquí.
Como si estuviera rellena de infinito.
Vagando como siempre entre escenas costumbristas y autopistas del absurdo y la ilógica aplastante.
En un maremágnum de palabras que por un momento me parecen barreras en vez de puentes.
Veo salir burbujas desde mi alma que ingrávidas traslúcidas y brillantes se desplazan lentas y ligeras hacia arriba hasta explotar y mezclarse con las nubes.
Son néctar de arco iris.
Está lloviendo.
Quizás cuando salga el sol vuelvan a mí transformadas en rayos de colores.
Estaría bien.

YO, ME, MI, CONMIGO

Ser egocéntrica puedo llegar a reconocer que es malo, pero ser exocéntrica también tiene lo suyo. Porque no es que no te centres es que te centras pero de forma externa, como quien no quiere la cosa.
Entonces se me ocurre qué tal sería ser policéntrica. Pero no. Porque " el que mucho abarca..."
Pues ...centrífuga. Qué va. No me va la velocidad.

Multifocal. No, me mareo.
Ya sé. Jajaja : Dexcéntrica.
Por lo menos hasta que termine de investigar cuál es la mejor alternativa al egocentrismo, que es el que más conozco.
Me va a dar una pena deshacerme de él... Es como esa chaqueta que siempre dejas ahí cada vez que haces limpia en el armario. " por si acaso..."
Ingenuidad, divino tesoro.
... Y en estas me hallo. Buenas noches a tode
s.

SI YO FUERA PRESIDENTA

Si yo fuera presidenta seguramente acabaría dimitiendo más pronto que tarde una vez que tuviera asegurado mi sueldo vitalicio y un puestecillo de consejera en cualquier multinacional de moda.
Pero antes, pondría un alcalde en cada barrio elegido por sus vecinos en asamblea.
Como no se exige la carrera de ciencias políticas para ser político sería algo del todo viable.
Más vale que para ejercer las demás profesiones son requeridos los estudios correspondientes... No me quiero imaginar que a un médico no se le pidiera la carrera de medicina o a un callista su título pertinente.
Pero bueno, al fin y al cabo dirigir un país no debe ser algo tan complicado como para que la cosa exija estudiar una carrera específica.
Expropiaría las instalaciones del congreso, el senado y todas donde se reúnen para debatir nuestro futuro y a cambio los invitaría amablemente a que se reunieran en la plaza más céntrica a la vista y oído de todos y donde figurara una lista del tamaño adecuado con todos sus nombres y sueldos y dietas y comisiones.
Como para esas alturas ya tendría unas cuantas mociones de censura a mis espaldas, intentaría ir viendo de dónde sisar algo de pasta para colocarla mediante alguna sociedad fantasma en un paraíso fiscal.
Hecho esto , y antes de presentar mi dimisión cogería la noche anterior y con todos los grafiteros disponibles pintaría todas las aceras de la cuidad de colores, llenaría todos los muros de poesías, y haría desaparecer totalmente el gris.
Después me iría para siempre en un globo aerostático. Y ya vería de reaparecer o no unos años más tarde. Depende.

ASIGNATURAS PENDIENTES

Si aprendiéramos trigonometria de las relaciones, alquimia del alma y la propiedad conmutativa del amor, elevaríamos nuestras capacidades a la enésima potencia.
Entonces sabríamos diferenciar el seno y el coseno sin perdernos en la tangente.
Multiplicaríamos los momentos felices y la división sólo tendría lugar si fuera para repartir.

Si aprendiéramos el auténtico alcance de las palabras leeríamos y escucharíamos más y seguramente hablaríamos menos y más acertado.
Si supiéramos geografía interna no habría naturalezas muertas.
Si fuésemos el verbo ser en toda su extensión, la palabra conquista sólo cabría en uno mismo.
Si todo eso fuese así sabríamos el significado exacto del sentimiento más importante.
Del que parece que se diluye entre soledades encontradas y guerras de poder.
Del único capaz de hacer que la esperanza cabalgue a través de tantos desiertos poblados de muerte y desolación.
Si dejáramos que reinara el humano y no sólo el ser...
Otra cosica serí
A

ZUMO DE POMELO

Llevamos toda la vida oyendo cómo publicidad y sociedad en general incluida en algunos casos la familia, nos venden que el día de la boda de una es el día más feliz de la vida de ella misma.
Así que nos pasamos media infancia y adolescencia y juventud y adultescencia en algunos casos pensando que si quieres pasar aunque sea una vez en la vida el día más feliz del mundo universal, necesitas a un alguien que parece que encima tiene que coincidir exactamente la mitad que te falta.
Porque resulta que en realidad sólo eres media parte de un todo que sin la otra parte es como un jardín sin flores. Como una margarita sin pétalos. Como un cardo borriquero que a la postre no es cardo ni borriquero.
Y además por pura ilógica esta persona, con lo grande que es el mundo y la de gente que hay en total, resulta que es posible que pertenezca a tu entorno más cercano a no ser que seas una aficionada a los viajes.
Y lo mal que se siente una pensando que es sólo la mitad de algo que te falta.
Digo yo que por esta regla de tres, en mi caso no hubiera tenido un día más feliz de mi vida nunca.
Por eso sé que es trola.
Más vale que me di cuenta a tiempo, cuando me empezó a pasar que cada tres años más o menos mi media naranja de turno ,no se porqué , se había convertido tampoco sé cómo en mandarina y como ya la cosa no resultaba complementaria, vuelta a buscar otra vez.
Hasta que me cansé de conocer diferentes variedades unas más cítricas que otras y decidí ir al oculista.
Era miopía en un ojo y astigmatismo en el otro, mezclado con soledad suprema.
En cuanto me puse las gafas me di cuenta: las acideces no me sientan bien.
Así que empecé a pensar que igual yo tenía la horrible deformidad de haber nacido entera. Siendo las dos mitades una sola. Sin partir ni nada.
Decidí también que si me sentía sola sería porque no conocía a la otra parte de mi misma.
Lo medité un rato y me di la razón. La verdad es que fue un palo bastante gordo que me costó asimilar.
Sobre todo porque como llevaba toda la vida pensando que era media, ahora tendría que descubrir quién era la otra media. Y a saber qué me iba a encontrar!... Menudo trabajito. Con lo poco que me gustan los cambios.
Pero qué le vamos a hacer, pensé, no me queda más remedio que averiguar quién es la que falta y después ver cómo nos llevamos ... Porque la que ya conocía tenía un carácter huraño y bastante lánguido triste e insoportable.
Así que me puse manos a la obra. Por cierto, obra que parece que no se acaba nunca.
Claro, como empecé con tantos años de retraso... Normal.
No veáis qué paciencia.
Lo mejor de todo es que mientras estaba investigándome he descubierto que soy hija, hermana, prima, tía, madre, amiga, payasa, tocadora de guitarra y aspirante a cantante a la par que escribiente y ser viviente y creativo, equilibrista, economista y amante del arte en general y hasta de las hormigas. Todo eso.
Y que eso son muuucho más de dos mitades.
Mientras llegaba a estas conclusiones también me ha dao tiempo a tener cuatro hijos que, aunque de vez en cuando demandan que los reabsorba, me aportan cierto grado de felicidad momentánea que sumado a los demás ratos de paz que me dan mis otras facetas dan el resultado de que he disfrutado al menos de una semana más feliz de mi vida y si me estiro diría que hasta más de un mes o tres.
No me acuerdo exactamente, pero es cosa que no puede decir cualquiera.
Ahí queda eso.
A buenos entendedores pocas palabras bastan.wink emoticon

ADIVINA ADIVINANZA

Rincones resquicios tiempo más tiempo flores primavera invierno nieve calma senderos huellas bosque selva oxígeno respirar bailar estirarse bostezar remolonear cama somnolencia regodeo desayuno cigarro risas mares brisas Pepa Alberto Juan Blanca colegas amigos la gente mi gente música calle sonrisa miradas zapateo improvisar guiñar ojear tararear silbar saltar respirar arco iris tempestad calma alma corazón pálpito tránsito hábito beso seso sexo eso zumo concierto excursión naturaleza cosmos chacras aura mandala pachamama tierra aire fuego hoguera hogar calidez hospitalidad solidaridad amistad lazos mundos sueños lecho pecho repecho cumbre cima clímax
Aventura bazar desventura cohete vecinos colaboración corear jugar jugar jugar empatía azar azahar destino casualidad causalidad
Cerveza aceituna lengua trago masaje mesura manos palabras cine palomitas pradera vistas animales silencios sabores olores tacto música lienzo intuición páginas partitura ritmo cadencia compás danza templanza paz ciencia detalle hermosura profundidad elasticidad delicadeza Kama sutra ejercicio artificio maleficio bendición traición ensoñación visión obsesión decisión alas volar miel colibrí paladeo bosque cascada gotas paisajes perfumes aceites ruegos preguntas respuesta verdad nubes nieblas nidos crías vuelos panoramas libertad miradas complicidad
Tertulias madrugadas soledad aprecio esperanza sonrisa por favor gracias guapa regar solear ver (bien ) aceptar
paseo garbeo traqueteo bamboleo morfeo seda lija hija hijo revoltijo especie
especial espacial espera cadencia presencia caos ideas recreo nubes navegar viento ... Menudo invento.

LATIDOS

Extraños latidos me llevan por sendas lejanas de aromas suspendidos en un aire que es arrollado por alguna ráfaga de viento impune.
Y sigo con la búsqueda sin que me importe que otra de ellas me haga caer de nuevo, aunque algo temerosa.
Entonces veo un campo de almendros en flor cuyas ramas elásticas abrazan al viento frío que me disgusta y bailan con él.

La coreografía resultante se asemeja a una marea pizpireta y espumosa de blancos rosáceos en medio de un frío atardecer de colores cálidos.
De pronto todo está bien
.

ESPEJICO, ESPEJICO ....

Resulta que una, deseando olvidar el último año fatídico y con el ánimo de hacer algo personal para que cambie la racha, decide regalarse un cambio de look.
Y ponerse la mata en plan oveja descarriada. Eso le dije a la peluquera. Descarriada no. Sólo oveja. Y me miraba entre divertida y atónita.
No daba crédito la pobre. Sólo porque le dije que me pusiera todos los bigudíes distintos y sin un orden concreto.

Al final conseguí convencerla para que se dejara llevar y las dos quedamos contentas.
Total que llego a casa. Yo esperando que me vieran, impaciente. Me sentía por lo menos como Miss... mi hogar. Qué sensación...
Llega el primero. No dice nada. Venga hacer aspavientos y moviendo exageradamente la cabeza, y cuando consigo que me mire por fin se queda todo serio y me dice:
- joder, tía, vaya pelos! Parece que te acabas de levantar.-
Llega el segundo y me dice que no quiere herir mis sentimientos, pero que le gustaba más antes. Que parezco una oveja.
Vamos mejorando.
El tercero me dice directamente que no le gusta y el cuarto que le gusta sólo la parte de atrás porque no tiene cara.
Notejode...
Así que nada. Cuando me veáis podéis ser sinceros sin ningún problema.
Después de este entrenamiento nadie logrará convencerme de que no estoy guapa en mi versión oveja descarriad
a.

BESOS

Sentada en un banco de la Plaza del Castillo, escuchando un bolero en directo.
"Bésame mucho", se llama la cancioncilla dulce y melosa que no viene nada mal con este frio.
Y si es verdad, oye, para qué lo vamos a negar... Nos besamos poco o muy poco o casi nada.
De abrazos ya ni hablamos.
Como si el amor no fuera importante.
Como si las caricias no curaran el alma.
Como si la piel, el mayor órgano del cuerpo no existiera...
Como si los mejor roces del mundo fueran la poliamida y el elastán.
Allá vosotros eh? Luego no me digáis que no os lo avisé.
Sólo dadme un abrazo y asunto zanjao. Prometo corresponder. Lo que no aseguro es la intensidad. Tampoco...

DICEN...

Dicen que la distancia es el olvido. Yo creo que el olvido es la mayor de las distancias.
Y que el amor de verdad no entiende de distancias ni de olvidos.

BUITRES

De vez en cuando siento cómo varios buitres invisibles vuelan a cierta altura alrededor de mi cabeza.
Me miran como es natural, de arriba abajo, como si yo fuera el mejor manjar.
O sea, que sé (positiva mente) que quieren comerme más que a ninguna otra humana en el mundo.

Es más, también comprendo que no es nada personal. Bueno si, porque gente soy. Pero no deja de ser algo totalmente circunstancial.
La cuestión es que me ponen de los nervios, porque no acaban de decidir cuál será el mejor momento para comerme y la espera se me está haciendo tediosa.
Jajaja, les he enseñado el corazón con énfasis y se han ido volando como han venido.
Y cuando pongo corazón me refiero al dedo.
A grandes males..
.

LA LECHUZA BLANCA

Regresaba por aquella vereda con la intención de atajar el camino hasta su casa que estaba bastante apartada del pueblo. Estaba rodeada de árboles, arbustos y matas y aunque el viaje se acortaba bastante había una especie de intuición extraña que le impedía pasar por allí.
Pero aquel día fue uno de esos en los que la vida decide hacerte sentir perdido, así que en esa situación solucionó que puestos a perderse, hoy cogería ese atajo que de pronto sentía ganas de descubrir.
Y se adentró en el estrecho sendero y vio que había una lechuza blanca en un árbol que se iba desplazando de rama en rama siguiendo sus pasos. Cuando llegaba al final del camino se paró y la observó durante un rato largo.
La lechuza le preguntó qué estaba mirando y él no supo qué contestar. Debió quedarse tan blanco como ella.
Dice que cree que después se desmayó, pero que antes de recobrar la conciencia le pareció escuchar algo que lo dejó pensativo durante varios días:
Lo mejor de estar perdido es todo lo que te pasa mientras te encuentras o no y lo mejor para no perderse es reconocerse en los demás. Así siempre sabrás dónde estás ...

SOLEDAD?

Aquella carta sin remitente estaba escrita para ella. Sólo alguien que la conocía podía haberla escrito. Alguien que la conocía muy bien.
Estuvo días investigando para averiguar si algún vecino del barrio había visto a alguna persona extraña mientras la dejaba en el suelo, en frente de la puerta de su casa.
Pero nadie había visto nada.
Desde ese momento ya no volvió a dormir tranquila.
Cada vez que abría la puerta por la mañana, se encontraba un gladiolo amarillo dentro de un jarrón negro delante de sus pies.
Y como desde hacía tres meses ya, nadie había visto a nadie.
Vio el gladiolo, lo cogió dándole una patada al jarrón volvió adentro y lo metió en la basura, no sin antes observar de refilón la cara de asombro de su vecina.
Subió a coger la carta como cada día. Intentaba descubrir algo que no hubiera visto antes. Una segunda intención, un trazo reconocible o una huella vista al trasluz... Sentía que se estaba volviendo loca.
Fue directa a cogerla debajo de su almohada. Pero no estaba.
Estaba segura de haberla dejado allí la noche anterior.
Entonces volvió sobre sus pasos y fue directa al cubo de la basura. Sólo los restos del pescado de anoche. Sudor frío. Después se puso delante de la puerta, sujetó la manilla y la abrió rápidamente buscando con la vista los restos del jarrón. Ni rastro.
Una ambulancia que aparca, y unos paramédicos que se acercan a ella, le dicen algo. Niega con la cabeza , forcejea. Ellos con delicadeza pero de forma firme le administran un sedante y se la llevan. Nadie vuelve a verla.
A la mañana siguiente un gladiolo amarillo dentro de un jarrón negro aparece depositado justo delante de la puerta de su casa. Como siempre desde hace poco más de tres meses.

EL ÁRBOL MÁS GRANDE

Imposible transmitir la sensación exacta que me produjo aquel paraíso verde, húmedo y salvaje. Ante mis ojos cantidades ingentes de agua desesperada resbalaban chocando contra las rocas redondeadas y cayendo sobre escalones naturales descendentes que desembocaban en una pequeña laguna de aguas cristalinas llenas de pececillos y ranas cantoras. Haciendo un espectáculo con esa masa casi gaseosa resultado del choque, mezclada en danza visible con el reflejo de miles de arcoíris simultáneos inquietos y etéreos surgidos de un tímido rayo de sol que cruza la charca iluminando la entrada de una pequeña gruta.
Verde y más verde. Brotes nuevos mezclados con árboles que ya estaban ahí antes de que nacieran mis tatarabuelos.
Hojas. Enormes y minúsculas, lanceoladas unas y grandes y carnosas otras.
Pájaros de colores. Un deleite para la vista y un caos para mis oídos que no reconocen el idioma de ninguno.
Unos cantan largo y cadencioso. Otros como en morse. Juraría que también oigo monos. Pero no los veo. Y con esta ensalada semántica auditiva en mi cerebro, casi prefiero disfrutar y no pensar.
Incluso este alacrán o lo que sea que me mira amenazante con su gancho aguijón preparado me parece que no podría faltar en un paisaje como este. Que no sería completo sin él. Le pido disculpas por haber invadido su territorio y me voy algo más allá.
En otro tiempo no hubiera dudado en asustarme primero y matarlo de un pisotón o de cualquier otra forma. Nadie le hubiera librado de un aplastamiento seguro.
Y me doy cuenta de que ya no tengo miedo porque al fin me siento en paz. Bueno casi. Me falta hacerme amiga de estos putos mosquitos patudos que me están chupando la sangre.
O encontrar una planta desagradable para ellos con la que pueda frotarme y así ahuyentarlos definitivamente.
Mientras tanto, haré como que no tengo unas ganas locas de matarlos y de rascarme, y seguiré disfrutando de este regalo que nunca imaginé que pudiera llegar algún día.
Siento ahora mismo cómo mi cuerpo, mi espíritu, mi cerebro y todos mis sentidos están en perfecta armonía.
A pesar del griterío, los alacranes o lo que sean y los mosquitos.
Busco con la vista el árbol más grande. Voy, y me abrazo a él un rato.
Si esto no es felicidad, debe ser algo muy parecido.
Joder! Hormigas carnívoras? ...
Gracias.Gracias. Graci
as.

PREJUICIOS

A menudo cerraba los ojos más tiempo que lo que dura un parpadeo normal. También cuando le preguntaban algo tardaba en contestar. Nunca lo hacía de inmediato.
En ese lapso de tiempo sus interlocutores solían pensar que aquella tardanza se debía a alguna minusvalía mental.
Pero ella los cerraba un segundo más para que las imágenes se mantuvieran nítidas en su cabeza.
Y si no respondía rápidamente era sólo porque le gustaba pensar detenidamente qué iba a decir antes de abrir la boca. Para no faltar. Para no ofender.
Porque sabía que lo verdaderamente importante siempre se esconde detrás de los más pequeños detalles.
Comenzando por la forma de mirar.

MÚSICA CELESTIAL

EL vecino de abajo toca" qué será,será.." con la trompeta. Qué majo. Ya casi me ha hecho olvidar las 657 veces que le he oído atentar musicalmente contra " la cucaracha". Tanto, que la pobre ya no puede andar porque se ha quedado hemipléjica de la impresión.
Y es que los instrumentos musicales son preciosos, si. Además en varios aspectos. Estéticamente por su amplia variedad de maderas y metales nobles así como la multiplicidad en sonidos y formas.
Creo que
hasta ahí todos de acuerdo.
Luego viene la interpretación que el músico hace a través de él. Lo que venimos a llamar música. Vale.
Lo que a cualquiera que no esté familiarizado con las diferentes etapas del proceso musical se le escapa, es que desde que el niño pongamos de siete años empieza con las primeras notas hasta que monte su primer grupo y / o los siguientes hay que escucharlo.
Y no sólo eso... Hay que oírlo tocar el instrumento de turno. Bueno no, tocar no. Ensayar repetidamente hasta aprender a tocar que viene a ser una media de cinco a diez años. Según el tesón del ejecutor. Digo del aprendiz.
Lo que tiene de bueno, es que aunque no te guste la canción te la aprendes. Incluso acabas tarareándola a la vez que la tocan.
Y digo todo esto con la intención hacer un sentido homenaje a ... Mí misma y por extensión a quien se sienta aludido, que durante un tiempo largo a la par que indeterminado tuve que soportar estoicamente bajo el mismo techo a una serie de gente sin especificar , estudiando con sus variados instrumentos:
Acordeón, laúd, guitarra, piano, violín, flauta travesera, saxo y batería.
El teléfono sonando todo el rato, la tele a tope y el abuelo sordo.
Y a las seis de la mañana empezaban a rajar a los cerdos en el matadero. Eso sí que era música. Hasta que empezaron a electrocutarlos. Entonces ya no se oía nada.
Total, que ahora lo del vecino este por mal que toque y por mucho que repita, me suena a música celestial.
Lo que viene a significar que a la postre tanta educación satélite musical sirvió para algo.
De hecho llevo años pensando en dejar de comer cerdo
.


SOBRE LA IMPORTANCIA DEL ALENTAMIENTO GLOBAL

No, aunque a primera vista de la impresión no me he dejado la c. He puesto alentamiento adrede. Y lo primero que me fijo es que en el idioma automático del cacharrico este tan listo que tengo, no se contempla ni como expresión popular.
Así va el mundo, San Beremundo.
Pongamos que una tiene un proyecto.
Pongamos que he trabajado mucho en él, y cuando decido comentar lo que voy a hacer varios voluntarios momentáneos me asaltan con preguntas o afirmaciones del tipo:
- pero ...( pausa tensa) ya te lo has pensado bien?-, o- ...No sé, lo veo arriesgao, porqué no lo consultas con la almohada?- o- Es una auténtica locura. Si te sale mal no digas que no te avisé y luego no me vengas con lamentaciones...-
Pero esto qué es? Pues justamente lo contrario de lo que vengo a explicar.
Al preguntar si lo he valorado adecuadamente tiendo a deducir dos cosas:
O no confían en que sepa pensar bien, o no confían en que soy capaz de pensar mucho tiempo seguido. Lo cual crea una merma razonable en mi autoestima que hacía un minuto estaba segura de todo pero ya no.
Lo del riesgo... Pues no me han dicho toda la vida que el que no se arriesga no gana?, entonces a qué viene eso precisamente ahora? Será que no me creen capaz de asumir riesgos o quizás piensan que hablo con seres inanimados y encima espero que me contesten. La verdad, no sé qué es peor.
A estas alturas mi proyecto se ha ido transformando en una serie de papeles llenos de dudosas teorías nunca vistas, pero con un cierto orden sin sentido aparente.
Y luego lo de te avisé y las lamentaciones.
Que tengan razón con eso de avisar es algo aleatorio. También puedo yo avisar a cualquiera de que le puede pillar un coche, pero advertirle que si le pilla no se le ocurra quejarse. Notejode...
Respecto a lo de la locura... En fin.
El que esté libre del mercado que tire la primera hiedra.
Quiero decir con todo esto, que lo que se debería hacer en vez de minar las ganas del próximo es aumentarlas y multiplicarlas con frases como:
- en serio? Cuántos me alegros. Seguro que con lo lista que eres lo consigues. O...- estoy deseando verlo terminado. Te hecho una mano en algo? O - tía, yo sabia que ibas a hacer algo grande!-
Veis la diferencia.?
Ahora y después de escribir esto me están dando ganas hasta de empezarlo. Que ya me vale con el potencial que tengo.
Así que llego a la conclusión de que si hubiera mucho más alentamiento global igual hasta se reducía el que empieza por c.
Al final no se qué pensaréis sobre esta mi teoría, pero ...PENSAD! NO DESFALLEZCÁIS, VOSOTROS PODÉIS.
Jajajajaja.

PROFESIONES PELIGROSAS

Caminando bajo un txirimiri pertinaz y cansino, recordando mis tiempos no tan lejanos de conductora profesional de silletas.
Claro que antes eran de cuatro ruedas en gamas de fijas o rotatorias 360 grados, según precio.
Ahora ya no. Son muuuucho más prácticas,. Dónde va a parar...
Tienen sólo tres. Dos detrás y una delante que hace un giro completo que ni el mejor patinador artístico. Eso si: en cuanto cambia la superficie del suelo se queda encasquetada en los 145 grados y de ahí no se mueve.
Entonces viene cuando te metes entre los pasillos del súper sudando y empujando niña pulpo y rueda rebelde , a la vez que hay que coger una curva cerrada hacia la izquierda que te dirige justo hasta el pasillo que buscas. Cuando por fin avanzas metro y medio, resulta que se han dejado un palé en mitad del pasillo y no cabes y por escasos centímetros no llegas a tu objeto de deseo teniendo que dar la vuelta, pero esta vez marcha atrás.
Profesión peligrosa donde las haya. No sé por qué todavía no han inventado las autosilletaescuelas.
Lo mejor de todo es que salvo algunas excepciones, la altura a la que va el mons digo el niño no varía.
Justo la misma que el tubo de escape de los coches. Y me da que no es por casualidad. Todos sabemos de las propiedades sedantes de la gasolina quemada.
Así le das una vuelta cerca de la carretera antes de ir a comprar y ya sólo tienes que pelear con la silleta. Qué adelantos!...
Cómo me alegro de haber pasado ya esa fase. Después de esto me siento capaz de conducir cualquier cosa.

CAMINO : DETÉN TU RELOJ

A veces intento agarrar el tiempo, pero veo cómo se me escapa entre los dedos sin que me de lugar a alcanzarlo. Más o menos como intentar coger una mosca al vuelo. Una total gilipollez, vaya.
A quién se le ocurre intentar cazar a ese, que es como un torbellino que nunca se detiene...
Así que he decidido ligármelo. A grandes males grandes remedios.
Primero me haré un rato la encontradiza y cuando haya captao su atención bien captada, le demostraré mi desdén más absoluto.
Ahora: si le molo y se me quiere arrimar, tendrá que ser bajo mis reglas. Y la primera será que haga lo que le de la gana, siempre que no me afecte.
Y si no le molo por desdeñosa que me deje en paz. Él por su camino y yo por el mío.
Porque es que yo creo que estas cosas hay que atajarlas así: sin pérdida de lapso, época, era, lustro...

LA TEORÍA DE LA REPENTIVIDAD

Llevo un rato rebuscando entre las letras y aquí no aparece nadie. Ni un personajillo bajito y curioso que puede que lleve unas gafas que lo ven todo, ni un saltamontes avispado ni una avispa saltarina.
Sólo nubes. Grandes,pequeñas, grises y mojadas.
Nubes de azúcar o de algodón. De varios tonos pastel. Como el melocotón o la fresa ácida.
Cirros, cúmulos e incluso estratos. Creo que hasta yo estoy en medio de una. Por lo gaseosa que vivo últimamente...
Vientos racheados de componente norte se van entremezclando con mis ideas hasta dibujar una trenza inverosímil hecha de neuronas congeladas y ráfagas intermitentes de ese frio que despierta y hace abrir mucho los ojos y los pulmones.
Un absurdo, vaya.
Y es que hay días de esos que lo mismo te da por hacer torrijas que no.
Y esos también hay que aceptarlos porque si no la vida sería sólo una simple sucesión de varias cosas que se repiten todo el rato, unas más a menudo que otras, pero al fin y al cabo bastante poco repentinas.
Es cuando llego al punto de pensar que en realidad la repentividad mola.
Y ahí me quedo desvahida, con la mirada perdida justo entre el vacío sideral y el dibujo de la portada de " el libro de la selva", y sin pensar en nada más absurdo. (Hasta dentro de un tiempo semi prudencial.)
Si.

SINTO +

Seres alados vuelan sobre mi cabeza contentos y felices. Creo que quieren decirme algo que no alcanzo a entender.
Creo que quieren que esté como ellos. Como el árbol. Sonriente y agradecida pase lo que pase.
Que no le de importancia a las cosas que no la tienen.
Que coja todo lo importante y lo convierta en importantemente habitual.
Tengo el cuello helao. Sus alas son tan grandes como las que imaginé que tenía yo el otro día.
Igual son diablillos disfrazaos de ángeles o tal vez sean los últimos síntomas de todo el turrón de chocolate que me he metido entre pecho y espalda incluso antes de las fechas previstas. Y después.
Vayausteasaber.

A MI QUERIDO...

Cuando siento que la vida hace amago de superarme, voy y me siento en la cocina. Me enciendo un pitillo y lo miro de arriba abajo. Lleva ahí desde pequeño. En el mismo sitio. Sin moverse. Sólo sus enormes raíces que han ido horadando la tierra para proporcionarle parte de su alimento.
Cuando era más chiquito su fina cinturilla se movía dócil al compás del viento.
Pero de eso hace más de cincuenta años...
Ahora sus enormes raíces sobresalen entre la hierba que lo rodea y sus grandes e imponentes ramas se pueden observar desde mi balcón. Es más alto que el edificio donde vivo. Más de cinco pisos.
Y me quedo observando cómo ahora son sus colosales brazos y no su gran cintura los que bailan en coreografía invisible con las sinuosas corrientes de un aire caprichoso.
Qué no habrá visto y oído. Cuántos inviernos y veranos hasta conseguir esa gruesa capa de piel rugosa que lo protege de toda inclemencia, menos de la del rayo.
Intento sentirlo y que me sienta. Me transmite calma, fortaleza y paz.
Y me doy cuenta de que en la vida hay compañeros silenciosos que siempre están ahí y a los que nunca les agradezco, aunque sean tan seres vivos como yo.
Mi querido abeto no va a leer esto, lo sé. Aunque espero que le llegue mi buena onda igual que a mi me llegó la suya desde el primer momento en que lo vi.
Fue amor a primera vista.
De ese inevitable.
Qué le vamos a hacer...

VIDAS ERRANTES

A veces aspira hondo el aire fresco y puede captar perfectamente su esencia.
Da igual que esté o no, que el día sea claro o que llueva.
Siempre la brisa o el cierzo traen a su mente aquellos aromas que un día lejano se confundieron suavemente en el infinito de sus vidas errantes.
A veces lo recuerda y sonríe.


ALAS BLANCAS

Y me fui a pasear. Caminé durante un rato hasta que llegue al pie de San Cristóbal. Allí me senté en una piedra y comí una manzana y un plátano. Y bebí como medio litro de mosto rojo. Todo esto mirando al horizonte del atardecer bañado en naranjas y rosas claros y más oscuros.
Cuando hube terminado me levanté y alcé los brazos en cruz mirando hacia arriba y respirando hondamente.
Entonces imaginé unas alas blancas naciendo entre mis omoplatos. Comencé a notar su peso y su gran envergadura. Una especie de cosquilleo me recorría el centro del estómago y una placentera sensación de libertad plena.
El proceso debió durar calculo que de quince a veinte minutos, y cuando finalizó me sentía de maravilla.
No podía creer que tuviera alas, aunque podía notarlas perfectamente asumidas por mi metabolismo.
No quise mirar hacia atrás, ni siquiera intentar tocarlas. Seguí caminando hacia la cima y allí en el fuerte, donde a tantos desaparecidos arrebataron la memoria siendo enterrados en fosas comunes, decidí abrir mis preciosas alas y dejarme llevar planeando entre las corrientes.
Al principio fue la sensación de cuando bajas una cuesta a toda velocidad en una montaña rusa. Ni siquiera me atrevía a abrir los ojos. Sólo dejarme llevar por esas alas blancas y ahora ligeras que se conducían de maravilla entre los flujos de aire y las nubes.
Pasados unos minutos opté por abrirlos. Pensaba que me llorarían, pero no. Era como si una capa de fino cristal cubriera mis retinas.
El espectáculo era indescriptible. Fui dejando abajo las luces de la ciudad hasta que se convirtieron en unos diminutos puntos luminosos. Fijos unos y otros parpadeantes. De pronto el cielo parecía estar abajo y el suelo desvanecido entre brumas.
Estoy tan feliz... No tengo hambre, ni sueño, ni miedos. Ni frío ni calor.
Sólo estoy en paz...
Si alguien me busca o me necesita, decidle que enseguida no bajo, pero que bajaré tarde o temprano.
Básicamente porque nada es para siempre. Ni siquiera mis preciosas alas blancas.

QUERIDOS REYES MAJOS

Hoy me gustaría pedir a los reyes que la vida no se me lleve a nadie más, pero como sé que es un deseo imposible me conformaría con que os conservará a todos en ella el mayor tiempo posible y a poder ser en las mejores condiciones. Sí. Eso. Por Tutatis.
Amén.

SIN IDENTIDAD

Hacía tiempo que me rondaba en la cabeza la idea de aparecer en un país desconocido sin identidad y sin pasado.
Llevaba planeándolo cierto tiempo, y aunque no tenía garantía de que la cosa saliera bien decidí por fin tirarme a la piscina.
Calculé que para escribir el libro con tres meses de experiencia bastaría.
Decidí irme a un país donde no entendiera el idioma para que la historia me resultara más fácil de interpretar. Dusseldorf me pareció perfecta.
Y comencé mi viaje. Desde el momento que puse el pie en la calle empecé a ser muda. Yo había calculado que al pasar el tren la frontera o al bajar en la estación, alguna autoridad se daría cuenta de que no llevaba documentación, y ahí empezaría mi ausencia de identidad total. Entonces, como yo no hablaría ni reaccionaria ante ninguna cuestión que me preguntaran, tendrían que decidir qué hacer conmigo y ahí comenzaría la auténtica aventura.
Pero eso era en mi cabeza. Porque en realidad nadie me pidió el pasaporte en ningún momento. Así que muda , sin identidad y con cincuenta euros en el bolsillo salí de la estación imbuida por una sensación verdaderamente extraña.
No soy nadie, pensé... y sonreí.
Lo primero que hice fue dirigirme al primer bar que encontré y comerme una salchicha enorme y una pinta de cerveza que pedí por señas.
Estaba para chuparse los dedos. Una vez que estuve con el estómago lleno, me pareció bien salir de allí y desmayarme en mitad de la calle dos o tres manzanas más abajo.
Y así lo hice. Estuve haciéndome la desmayada en el suelo como unos diez minutos antes de que decidiera abrir una rendijilla el ojo y darme cuenta de que la gente pasaba a mi lado sin ni siquiera reparar en mí . Nadie miraba hacia el suelo, y los que miraban hacían como que no hubiera nada que ver. Así que me fui levantando poco a poco hasta que conseguí erguirme del todo y desaparecer entre las calles.

nia identidad, ni dinero y estaba en un país extraño. Empezaba a hacer bastante frio y no tenía dónde dormir.
Los cincuenta euros duraron exactamente dos días. Los que estuve compartiendo con un par de alcohólicos desheredados y dejados de la mano de Dios y de los hombres: Hans y Walter. Yo seguía sin hablar, pero ellos me acogieron igualmente en su banco. Nos comunicábamos por señas. Ahí empecé a darme cuenta de que la barrera idioma en una situación límite no existía para lo esencial.Compartimos comida y tragos hasta que se acabó la pasta, y luego cada cual cogió su camino.
La cosa no estaba resultando tan fácil como parecía cuando lo pensaba cómodamente desde mi casa.
Ahora era muda, hacía frío y no tenía dinero ni dónde dormir...

LAS BABUCHAS DE ALÍ BABA

Busco palabras que transmitan sensaciones y sólo encuentro emociones que no se pueden transformar en palabras.
Y en ese vacío incierto donde vagan mis pensamientos me encuentro.
Divagando sobre la vida unos ratos y otros sobre si debiera molestarme en coser el " tomate" que luzco a la altura del dedo gordo del pie izquierdo en el calcetín.
Y es que los pulgares de mis extremidades inferiores hacen una especie de curva rara que mira hacia el cielo.
Como las extrañas babuchas de Alí Babá.

ESCLAVOS

Era un jefe implacable. Mientras él no estaba en la oficina se respiraba un ambiente distendido, pero en cuanto aquel corpachón embutido en el traje de Armani asomaba por la puerta podía cortarse el aire. Aquella mañana le tocó el turno a Justin. Lo llamó a su despacho nada más entrar con aquella voz de barítono temible.
Sólo alcanzamos a escuchar claramente un grito que incluía las palabras "estás despedido inútil".
Nunca le tembló el pulso para echar a nadie ni para nada.
Supongo que era porque su padre era un militar recto y austero en todos los aspectos que les había dado una educación cuartelaria.
Salió agotado de la oficina y sintiéndose muy solo. Tenía posición, tenia poder (de hecho, acababa de despedir a Justin), y más dinero del que podía gastar.
Avanzó unos doscientos metros en linea recta por el boulevard que recorría la playa de punta a punta.
En cuestión de unos diez minutos llegó hasta la puerta de una mansión señorial desde cuyo jardín se podía divisar el puerto con sus grandes yates amarrados en el muelle.
Llamó al timbre y un mayordomo impecablemente vestido le abrió la puerta.
- Bienvenido señor, permítame su chaqueta. Mi ama bajará enseguida.-
Acto seguido apareció en lo alto de aquella regia escalera una mujer despampanante enteramente vestida de negro con unos tacones de vértigo. Bajaba por ella como si fuera una diosa. Sin prisa. Como si sus pies no tocaran el suelo.
Cuando estuvo a su misma altura y sin mediar palabra le estampó un bofetón con tanta fuerza que dejó cada dedo de la mano marcado en su rechoncha cara.
- Arrodíllate, imbécil! Y no vuelvas a atreverte a mirarme a los ojos o ya sabes lo que te espera,- le espetó mientras desde atrás elevaba su pierna y apoyaba la punta del kilométrico tacón justo en centro de su espalda.

EL VIAJERO DEL OESTE

Era un personaje extraño. Aparecía por el pueblo cuatro veces al año que coincidían con el comienzo de los solsticios.
Daba igual el tiempo que hiciera, porque él siempre iba con la misma ropa.
Unos vaqueros sucios y raídos, camisa de cuellos anchos en cuyas puntas lucian dos apliques de un metal plateado, chaleco de cuero negro y un guardapolvos que casi le llegaba al tobillo.
Botas camperas y sombrero de cowboy.
En cuanto alguien nos avisaba de que había llegado, todos los críos corríamos a buscarlo. Nos parecía igual que el enemigo de turno de la película del oeste protagonizada por John Waine que veíamos todos los sábados en la tele después de comer.
Encima decía llamarse Bob, lo que hacía más verosímil nuestra creencia de que aquel hombre, por alguna razón que se escapa a nuestras infantiles cabezas venía directamente del "saloon" de la peli del fin de semana. Aunque hablara en español. Convinimos entre todos que era hijo de inmigrantes españoles en América.
Siempre se quedaba un rato pidiendo en la iglesia y cuando consideraba que ya tenía suficiente, iba a la panadería y después a la carnicería . Y se preparaba el bocadillo en un banco de la plaza que regaba con un litro de vino blanco en tetra brik.
Nosotros deambulábamos cerca suya, tan curiosos como temerosos. Era moreno y tenía una barba muy cerrada.
Nos producía admiración y susto a la vez.
Con él siempre iba un perrillo pequeño sin raza concreta aparente que tenía una herida en la oreja de tanto rascarse. Parecía una mezcla de pastor con algo.
Un día se nos acercó y Julia acertó a ponerle una tirita que se había traído de casa. Echarle mercromina fue imposible porque no se estaba quieto.
A menudo nos daba por fantasear con la idea de que era ladrón de bancos o quizás de iglesias.
Sí. Debía de ser de iglesias porque no llevaba ni Winchester ni cartuchera.
Sabíamos que dormía pegado al muro del cementerio en un pequeño habitáculo que se había construido con cajas de cartón , madera y algo de uralita. Pero nadie le decía nada porque sabíamos que tal como aparecía volvía a desaparecer hasta el principio de la siguiente estación.
Estábamos tan intrigados con la vida y milagros de aquel personaje, que un día decidimos que mientras unos lo vigilaban, otros iríamos a investigar el cuchitril donde dormía. Y así lo hicimos.
Entramos Arturo, Mikel y yo.
Apenas tenía cosas. Un colchón viejo con un par de mantas bien dobladas encima, un vaso con un cepillo de dientes y unas deportivas.
Al lado del colchón una caja de fruta volteada hacia de mesilla. Sobre ella una lata cortada que hacía las veces de cenicero, la foto de una chica muy guapa rubia y una pequeña libreta con un lápiz al lado. Y algo que nos sorprendió: una rosa blanca recién cortada dentro de una taza metálica llena de agua más o menos hasta la mitad.
A pesar de las circunstancias aquel lugar tenía cierto encanto.
Abrimos la libreta como quien abre el cofre del tesoro. Por fin sabríamos algo de la enigmática vida de Bob.
Sólo tenía diez hojas. En ocho de ellas había retratos hechos a lápiz de la chica de la foto haciendo diferentes cosas cotidianas.
En la hoja número nueve aparecía totalmente desnuda, de pie , cepillando su larguísima melena rubia frente a un espejo.
En esa nos quedamos parados creo que bastante rato. El dibujo estaba muy bien hecho, y nosotros no habíamos visto una mujer así de desnuda en la vida.
Por fin con mucha emoción decidimos por unanimidad pasar a la última página. Seguro que ahí estaría la clave.
Sólo una frase que nos dejó tan atónitos como desilusionados:
" Llegaste, te quedaste, te fuiste y desde entonces no estoy"...
-Bueno. Quizás el próximo invierno consigamos saber algo más.- dijo Arturo.
Dejamos la libreta donde estaba y salimos sigilosamente.








Bea Gurutzarri Vicente
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TIC - TAC

El tiempo es un engaño. Me he dao cuenta.
Porque cuando alguien te dice por ejemplo que va a venir ahora mismo, nunca es ya. Eso para empezar.
Porque un minuto esperando el semáforo en rojo es más largo que lo que resulta un beso de un minuto y este a su vez dura mucho más que un minuto jugando a la videoconsola.
Porque conoces a alguien unos minutos y te parece que lo conoces de toda la vida.
Porque a veces conoces a alguien de toda la vida y de pronto en un momento te parece un completo desconocido.
Dicen que el tiempo nocturno hay que emplearlo básicamente en dormir, ¿no? Pues os juro que dos horas escribiendo por la noche me cunden mucho más que escribir una hora de dia. Más del doble, incluso.
Está claro que cuando una se lo pasa bien, el tiempo pasa más rápido que con una resaca mañanera.
Así que nos han engañao de forma vil y premeditada e incluso alevosa me atrevería a decir…
Porque a ver: pienso yo que sería mucho mejor que una se dedicara a vivir la vida intensamente desde los cero hasta los cuarentaicinco por ejemplo, y luego ya cuando estás aburrida de dar tumbos, es más facíl que te entren ganas de sentarte a estudiar.
Estudias desde los cuarentaicinco hasta los cincuenta y cinco y después de estar toda la vida sin dar palo al agua, seguro que te entra una especie de cargo de conciencia y te dan unas ganas horribles de ponerte a trabajar para devolverle a la sociedad algo inconcreto.
Así que te pones a currar hasta los setenta y cinco, y ya si te mueres porque estás chocha no pasa nada porque ya has disfrutao de todo antes de jubilarte. Y si no te mueres pues te vas a dar una vuelta o algo. O sigues trabajando o lo que te de la gana porque básicamente a nadie le va a importar lo más mínimo. Libertad ante todo.
A ver si no sería así mucho mejor.
Me jode mucho que nos hayan engañado a´sí con algo tan importante. Y más me joderá todavía si.
cuando leáis esto pensáis que sólo ha sido una verdadera pérdida de tiempo.
Pero qué le vamos a hacer… ya se sabe: “en casa del herrero, detén tu camino porque voy a enloquecer.” Buenas tardes a todes.

VICANCILLOS

La virgen se estaba lavando en el camino que lleva a Belén. Bajó hasta el valle que la nieve cubrió, y se tapó con dos cortinas que debió encontrar por ahí.
Mientras tanto los pastorcillos querían ver a su rey al igual que las muñecas de famosa que se dirigían al portal campana sobre campana.
Algunos llevaban regalos en su zurrón mientras yo me remendaba.
Me remendé o me eché un remiendo, que viene a ser lo mismo pero después me lo quité y me quedé como estaba: y sobre campana, una.- A Belén pastores!, a Belén chiquillos! - me cogí un cabreo que ni sé... Luego ya, ropoponpón paquí, ropopopón payá se me pasó un poco y pensé que era mejor que la marimorena andara varias veces. Como sólo anda en nochebuena...
Al final decidimos hacer la muralla juntando todas las manos e irnos todos hasta Italia luciendo jerseys a rayas, pero pasando de la mafia.
Más que todo para bañarnos en la playa.
Pero no llegamos porque nos quedamos anonadados intentando averiguar cómo es posible que los peces beban dentro del río y disfrutando de los agradables vapores del retropaladar afrutado y espiritoso del Lambrusco.
P'habernos ahogao!
Buenas noches de jazz y de amor aunque el claro sol no brille ya. Feliz realidad...

sábado, 20 de febrero de 2016

APROVECHANDO QUE NO HAY NADIE EN CASA...

Aprovechando que no hay nadie en casa me he puesto a buscarme para pasarme un poco el aspirador y hacer la limpieza de aura en seco anual y no me encuentro por ningún sitio. Vamos, que ahora mismo estoy escribiendo esto y solo veo el móvil flotando y las letras que parece que funcionan solas... Not tejode... Dónde me habré dejao. Siempre igual. Me guardo súper bien para que nadie me encuentre( igual que el chocolate), y luego cuando quiero no me encuentro y el día más insospechado aparezco en el congelador, detrás del sofá o entre el colchón y la pared.En fin, voy a seguir... Si alguien me ve por favor que me avise de que me estoy buscando. Buenas tardes a todes.

LA HORA BATAMANTA

Sentada sola en el sofá tapada hasta el sobaquillo con la batamanta, vuelvo a encontrarme conmigo como cada noche. Y las palabras flotan alrededor de mi cabeza insomne bailando una danza tribal. Tambores.
Sentimientos, sensaciones, silencios callados a gritos.
Empiezo a darme cuenta de que mi objetivo de que ser, estar y parecer coincidan en mí a la vez está más cerca.
Escucho risas en la calle. Son risas cómplices. Un hombre y una mujer. Es agradable sentir que alguien, aunque sea sólo por un momento es recorrido por un rayo de felicidad instantánea que lo traspasa hasta salir por su garganta y su boca transformado en sonido simpático.
No sé quién son, no los conozco de nada. Sin embargo su alegría voladora me ha hecho sonreír. Y ni se han dao cuenta.
Este es el efecto mágico de la felicidad. Se transmite aunque no queramos y un sólo segundo puede hacer un efecto multiplicador mucho más beneficioso que la mejor de las medicinas.
Y más, me paro un último segundo a pensar y me doy cuenta de que... SONREÍR ES GRATIS!!!. Ahí lo dejo... No hace falta ser muy listos.
Y ahora ya ez hoda de que me vadia moddiendo la lenga, que ji no me degvelo y luego no me duedmo.
Hada, pued, buednas noshez a tdoded.

SIN PALABRAS

Y qué decir cuando no hay palabras? O cuando las que hay no sirven? Intento escuchar el silencio y me veo sumergida en él, advirtiendo los ecos lejanos de un gramófono antiguo de donde sale la inmensa voz de Edith Piaf y el rumor de una gramola callejera tocando un chotis. De pronto veo un colibrí suspendido en el aire. Parece que esté quieto, sin embargo sus alas ligeras no dejan de moverse en un vaivén sin fin.
Y así pasan los días, escuchando música entre francesa y castiza, meditando bajo el murmullo silencioso de las alas de un pequeño colibrí.

EN EL PARQUE

Estoy sentada en un banco. No hay niños en el parque. Sólo yo rodeada de ventanas aquí, escribiendo y dando gracias.
Gracias por lo que tengo y lo que no.
Gracias porque en la escuela esta de la vida voy aprobando aunque sea a duras penas.

Gracias por ser yo, aunque a veces me cueste soportarme.
Gracias por teneros, aunque a veces me cueste sentiros.
Gracias por tantos cofres del tesoro llenos de tantas experiencias vividas y por vivir.
Gracias a todes por acompañarme en este mi tumultuoso paseo por la vida. Porque sin vosotros no llego al aprobao ni de coña.

BUENAS TARDES A TODES

Buenas tardes a todes. Palabrarismos a parte, os diré que ayer por la noche y aprovechando que es de carga superior, decidí ponerme en huelga, encerrarme en la lavadora y desaparecer.
Mientras iba plegándome poco a poco, se me ocurrió que si lo conseguía podría buscarme la vida como autoplegadora profesional... Y viajar por todo el mundo dentro de mi propio baúl. Lo que más me costó fue doblegar bien la oreja izquierda, que justo quedaba donde el cierre y me cogí un par de pellizcos que para qué...
Luego ya encerrada me di cuenta de lo gilipollas que puedo llegar a ser.
Mis hijos casi nunca ponen la lavadora.
Más vale que me traje el móvil. Creo que me pica algo.
Buenas tardes a todes.

MONTAÑA RUSA

Estaba pensando que el cerebro y los intestinos son muy parecidos. Y como están conectados entre sí, pues tengo como una montaña rusa interna donde se pasean pensamientos palabras y sentimientos que se desplazan a toda velocidad por el riego sanguíneo que sube y baja y baja y sube.
Así que cuando arranca para ponerse en marcha, pensamientos, palabras y sentimientos se suben en ella y dan vueltas hasta que consiguen que el vértigo me invada.
Yo les digo que monten de uno en uno, pero qué le vamos a hacer... Les gusta viajar juntos.
A veces se suben el miedo, un relato y la ira.
Otras la lista de la compra, un cuento y el
amor verdadero.
Y yo ahí, en la taquilla del corazón. Dándoles pasaporte para que me recorran por dentro y hagan de mí una albóndiga de emociones que a veces me marean hasta cerrarme por completo el estómago y dejarme totalmente muda.
He decidido que a partir de ahora voy a poner aduana y sólo voy a dejar pasar a los que molan. Así por lo menos, si tengo que aguantar esos efectos secundarios, que sea por una buena causa.

LA GLORIOSA ESTELA DE LOS BUDISTATIS

Estaba un poco aburrida existencialmente, y para entretenerme pensé que podía ponerme a creer en algo totalmente inconcreto. Y como soy de reflejo lento, sólo se me ocurrió la nada original idea de creer en Dios.
Más insondable imposible. Pero claro, para decidirme tenía que valorarlas todas. Al menos las conocidas.
El dios ese de los cristianos cayó el primero de la lista, ya ves. Digo Yahvé. Porque nada más empezar a leer me enteré de que está en todas partes y que puede verlo todo como su propio nombre indica. Bueno este nombre... Porque estos como los reyes: Con tanto nombre no les hace falta ni apellido.
Y no. No me convenció porque un tío que está en todas partes y que lo ve todo es igual que un espía con obesidad mórbida. Y además no soportaría esa sensación de sentirme continuamente observada por alguien invisibe. Así que no. Yahvé tú que mal comienzo.
De ahí me fui a leer sobre Alá a la ladera del monte. Y allí mismo me enteré de que éste tiene mil y pico nombres distintos. Notejode... Si sólo para aprenderlos necesito ya una vida enteraaaaa, pero de qué vaaaaan!!!
El caso que el paraíso de Mahoma me gustó más que el del cielo. No por nada, es que prefiero las palmeras y el oasis más que nubecillas llenas de querubines tocando el arpa. Que por cierto. Que me digan a mí qué santo es el profesor de arpa porque hay cada uno que desafina como si tuviera el oído en la frente.
Bueno tú. Que Alá tampoco, Yahvé qué mala suerte tuvo también. Me acuerdo de él cosa mala.
Y así, de los peces gordos, solo me quedaba Buda. Y mira, ya la pinta esa de relajao me entró por el ojo. Y esa semisonrisa enigmática ya... ni te cuento. Si.
De momento iba ganando por goleada. Y más cuando me entero de que si le crees a él, no sólo no te vas ni al cielo ni al invierno, sino que encima vuelves a nacer y revuelves. Claro que más tarde, cuando me enteré de que puedes ser que te reencarnes en cualquier ser viviente, ya me empecé a enfriar un poco. Pensé que con la suerte que tengo seguro que nacía cucaracha tropical. O a lo peor mosca cojonera o cactus en mitad del desierto de Arizona.
El caso que el chaval ese gordico y relajao con su media sonrisilla enigmática se había quedao conmigo... Así que ni corta ni perezosa (bueno un poco), me dije a mi misma: - somos energía. Y la energía no muere ni desaparece. Sólo se transforma-, y me quedé más ancha que larga. De un deshaogao digno de mención (lo digo sólo por eso).
Luego lo dejé. Lo dejé un rato porque tanta inconcreción y tanto kamasutra ya estaban pasando de castaño a oscuro.
Me levanté sigilosamente sin ninguna razón aparente y fui directa a la estantería como si viviera sin vivir en mi. Y por un misterioso designio que no acabo de entender, cogí un libro de Asterix. Luego me dio por pensar que igual era porque es el único libro que hay en casa. Pero como no me apetecía seguir dilucidando si sí o si no, me puse a leer y eso:
Canasta de tres puntos! Tutatis!
Como ya sabéis es el Dios de unos tíos que vivían por la Galia y a los que les gustaban los alucinógenos más que a un crio un caramelo. Además, al ser un dios minoritario, no tenía mandamientos ni reglas ni nada. Un dios virgen!. Más original imposible.
Y... Pues que me emocioné y todo oye. Yo creo que fue amor a primera vista.
Pero al segundo empecé a notar un ligero desasosiego porque la sonrisilla de Buda se me vino a la cabeza y... qué queréis que os diga, oye... Horroroso. No sabia por cuál decidirme. Así que después meditar toda la noche durante dos minutos decidí ,justo a las tres menos diecisiete hora solar, que iba a inventarme una religión nueva con los dos. Buda y Tutatis. Que por si no os habéis dao cuenta es lo que llevo haciendo todo el rato.
Se me acaba de ocurrir el nombre:
LA GLORIOSA ESTELA DE LOS BUDISTATIS.
Sólo va a tener un par de mandamientos:
-- Todo budistatis que se precie ha de hacer lo que le de la gana con alegría. Y si no es posible por cualquier motivo, ha de hacer sí o sí que lo que le de la gana, coincida con lo que tiene que hacer. Con alegría también. Si no con la misma, con otra. Me da igual.
-- y segundo y último: Como a alguno se le ocurra volver a mearse en la taza le corto la picha. Ya está bien.
Si queréis podéis apuntaros. No es gratis, pero es barato y la letra pequeña casi ni se ve.






LA ETERNIDAD DE UN MOMENTO

Y vuelve a llegar la noche con su soledad implacable. Siempre a las mismas horas. En ese silencio donde se puede oir revolotear a los espíritus. Pienso: si no puedes con el enemigo únete a él. Es lo que suelo hacer de día. Intentar alentar este desaliento... Pero es que sale la luna, llega el silencio y ya no hay quien me ponga de acuerdo los chacras. Se ponen a bailar con los espíritus por la sala y halaaaaa!!! Otra noche loca... Y mira que les tengo dicho que tanta noche disoluta les acabará pasando factura... Pero nada.
El rumor del coche que pasa a lo lejos. La nevera que suena igualico que un Ferrari, y si me fijo bien hasta las conexiones eléctricas de mis neuronas puedo escuchar. Mierda. No.. Qué mierda. Con la de viajes bonitos que tengo yo en mi cabeza... Con la cantidad de gente que me gustaría ver, volver a ver y abrazar. Con lo bien que a veces me imagino el sol en los días de lluvia...
Pero cada hoy llega la noche y cada noche me muero un poquitín. Sóloespero que esto sea como las hojas que se caen para dejar paso a los nuevos brotes. Porque si no, aunque mida un metro ochenta, poquitín a poquitín me voy a acabar en un pispás. Y no es plan. Que no tengo el shosho pa farolillos...

EL MÁGICO PODER DE LA RISA

Me gusta cuando veo a la gente sonreír. Es increíble el efecto propagador de felicidad que contienen risas y carcajadas. ¿A quién no nos ha pasado alguna vez que escuchamos sin venir a cuento una risa de esas flojas o una de esas tipo para dentro que acaban en un silbido agudo tipo estertor y no se ha contagiado? Luego te pones a reírte porque no sabes de que te ríes, el de al lao te ve el careto y se parte también. Y como musiquilla de fondo la de los estertores que se tapa la boca y la nariz, roja perdida, que es la que había empezado en este caso concreto. El de al lao, que es muy serio, al principio mira a todos como a locos pero como los contagios se suceden en cadena, le empieza a atisbar una especie de mueca que pudiera ser una sonrisa para acabar con la típica carcajada que acaba en ronquido.. Pero tiene sólo tres dientes, encima desperdigados, casi me meo cuando abrió la boca, joder, pobre hombre... Jajaja. ( y mira que no estaba) Y de pronto todo el mundo en silencio, y alguien que suelta un ayyyyy con un hilillo de voz, otro que empieza pfffffffff y la de la risa tonta que empieza otra vez. De fondo " la estertores". Y
vuelta otra vez jajaaaa, jajaaaaa, y así sucesivamente. Vamos, lo que viene a ser un ataque de risa colectivo.
Y ya no sé ni qué iba a decir.
...Eso, que cuando terminas de reírte y de cambiarte de ropa de cintura para abajo, si es que eres de muelle flojo, se te queda una sensación de tener el alma ancha que es por demás. Y una se siente maja simpática y ridícula y es una sensación que todos deberíamos practicar al menos una vez al día. No es necesario tener motivos, aunque sí aconsejable. Y es fácil: se cogen los labios que están en postura neutral( oscilante en algunos casos) , y con un impulso sincronizado se intenta subir los mofletes hasta arriba desde la frente. Casi automáticamente te das cuenta de que es imposible, pero sólo después de comprobarlo. Piensas joer qué tonta, y enseguida te das cuenta que consiste en elevar los mofletes desde los labios, sólo por simpatía. Una vez que tienes la sonrisa pintada en la cara, te imaginas que te acaban de hacer un lifting y sales a la calle de esa guisa como quien no quiere la cosa. Algunos te miran como mosqueados de que parezcas feliz, a otros, la mayoría, sólo les pareces algo descerebrada. Y los menos te miran, se alegran e incluso te corresponden. Eso al principio, pero ya luego se acostumbran a verte con esa cara de satisfacción, les entra la envidia, piensan que ellos no van a ser menos y acaban haciéndote el espejo. Y si lo hiciéramos todos, igual las vacas se tirarían menos pedos y se reduciría la contaminación o algo. Deberíais probarlo, pero acordaos: desde la frente no.