SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

lunes, 22 de febrero de 2016

PROFESIONES PELIGROSAS

Caminando bajo un txirimiri pertinaz y cansino, recordando mis tiempos no tan lejanos de conductora profesional de silletas.
Claro que antes eran de cuatro ruedas en gamas de fijas o rotatorias 360 grados, según precio.
Ahora ya no. Son muuuucho más prácticas,. Dónde va a parar...
Tienen sólo tres. Dos detrás y una delante que hace un giro completo que ni el mejor patinador artístico. Eso si: en cuanto cambia la superficie del suelo se queda encasquetada en los 145 grados y de ahí no se mueve.
Entonces viene cuando te metes entre los pasillos del súper sudando y empujando niña pulpo y rueda rebelde , a la vez que hay que coger una curva cerrada hacia la izquierda que te dirige justo hasta el pasillo que buscas. Cuando por fin avanzas metro y medio, resulta que se han dejado un palé en mitad del pasillo y no cabes y por escasos centímetros no llegas a tu objeto de deseo teniendo que dar la vuelta, pero esta vez marcha atrás.
Profesión peligrosa donde las haya. No sé por qué todavía no han inventado las autosilletaescuelas.
Lo mejor de todo es que salvo algunas excepciones, la altura a la que va el mons digo el niño no varía.
Justo la misma que el tubo de escape de los coches. Y me da que no es por casualidad. Todos sabemos de las propiedades sedantes de la gasolina quemada.
Así le das una vuelta cerca de la carretera antes de ir a comprar y ya sólo tienes que pelear con la silleta. Qué adelantos!...
Cómo me alegro de haber pasado ya esa fase. Después de esto me siento capaz de conducir cualquier cosa.

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