SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

sábado, 30 de septiembre de 2017

. COM...



Como si a los colibrís se les hubiese doblado el pico.
Como si la luz de las luciérnagas emitiera un  ese ó ese.
Como si las orugas nunca llegasen a mariposa y hubiera faros opacos en mitad de un desierto lleno de almas errantes.
Como si la sombra se me hubiese ido de fiesta.
Como intentar pisar un charco de hielo.
Como hacer patinaje sobre cielo.
Como querer volar a pie.
¿Cómo?
Como cuando te pones al borde de un acantilado por primera vez y mientras el viento danza a tu alrededor, logras comprobar allá en el horizonte que el mundo es muy grande y redondo.
Y qué amplio el ser y qué chiquito el humano.

jueves, 28 de septiembre de 2017

DE CÓMO FABRICAR UN POCO DE HUMOR ( BENIGNO)

Me levanto con ganas de hacer una heroicidad y  se me ocurre pensar que lo mejor sería, dadas las circunstancias personales y generales,
escribir algo gracioso.
Pero claro. Una aunque sea payasa nata ( y fresa y a veces también limón), no se pone a escribir y le salen las gracias sin más, no...
Esto lleva diferentes fases:
La primera y más difícil de todas es abstraerse de todo lo malo, o en su defecto trasladarse a la estratosfera y escribir desde allí. Con distancia de por medio las cosas siempre se ven de otra manera. Y con más distancia todavía, al final dejan de verse.
Es la ley universal del horizonte infinito.
Eso, o cierras los ojos sin más.
Esto ya depende del carácter inusitado de cada cual.
Una vez llegados a este estado de sin vivir en ausencia de la muerte, lo que hay que hacer es pensar.
Esto no es tan difícil como lo primero pero también tiene su aquel si no sabes donde está la tecla que pone "on".
Y una vez que estas dos premisas están cumplidas ya sólo queda pensar en qué pensar.
Algo hilarante, claro.
Aquí suele surgir un problema y es que para llegar a la estratosfera tienes que contener el aire en los pulmones un rato prudencial, y como una vez que subes ya no quieres bajar porque te crees que eres Helio, cuando sientes que te va estallar algo vas soltando el aire como cuando sabes que te va a salir una ventosidad y no quieres, vas bajando como a cámara lenta y a medida que te acercas las cosas van perdiendo la gracia.
Esto se puede solucionar de dos formas, así a priori:
O te buscas la vida para conseguir un globo aerostático y un avión nodriza para poder quedarte a vivir en paz suspendida en el aire hasta que se te ocurre algo o, una vez abajo otra vez, te empiezas a fijar en los pequeños detalles.
Pero antes de esto hay que decidir si una se va a reír de sí misma ( tengo unas ojeras que parezco un mapache igual me pinto todo el ojo de negro y en vez de una zombi me convierto en mujer pantera no sé qué hago escribiendo tengo mil cosas que hacer viene el cartero qué bien).
Si va a hacer reír imitando el tic nervioso del ojo de alguien, o su forma de andar o cualquier otro defecto físico o síquico como estar borracho o ser ciego, sordo, cojo, gangoso, tartamudo o todo a la vez.
Esta opción es socorrida, pero es difícil no caer en la pérdida de respeto.
O por último si va a hacer humor con una situación absurda propia o ajena.
Como esa famosa escena en el que treinta y cinco por lo menos intentan entrar en un camarote minúsculo y lo consiguen. No ampliamente pero lo consiguen.
Una vez hechas las elecciones pertinentes, se escoge un pequeño detalle y ya se puede empezar a hacer el  amor con conocimiento de pausa.
Digo el humor.
Y hasta aquí llegó la riada.
Así que voy a buscar el " on" que no me acuerdo muy bien dónde lo tengo, y ya cuando piense en qué pensar, con quién y cómo ya voy avisando.
Que esto no es Jauja ni Babia ni cuerpo que lo resista.
Buen día a todes.

lunes, 25 de septiembre de 2017

LUNES Y OTOÑO

Como cada cambio de estación toca hacer una limpieza aunque sea de forma superficial en las profundidades. Más que todo para que no se me acumulen los ácaros del sentimiento. Que como bien dice el dicho, son pequeños pero matones. 
Y nada más despertar me he encontrado a la nostálgica recordando el verano y el calor humano y divino. Además del solar. No hay quien la aguante. Después mientras intentaba despertarme haciendo los desayunos, ha venido la macarra toda vestida de negro con su chupa llena de pinchos y me dice: 
¡Qué passa, tía! ¿No te molan los lunes?... 
Y sin darme tiempo a pensar en contestarle, sigue: ...Porque tienes una cara de culo que no hay quien te mire, jajaja. ¡Y menudas ojeras! 
Ahí ya he tenido que echarme un trago te infusión y respirar hondo un par de veces, a la par que me repetía mentalmente la vida es bella, la vida es bella, los niños son personas de pequeño tamaño, no monstruos en proceso. Y eso no es que me haya tranquilizado, pero al menos le he ganado un par de minutos al día este. 
Bueno: pues me pongo a escribir y desde el baño escucho la voz de mi after ego diciendo: hay que limpiar ya, que huele igual que los baños de cualquier bar del casco viejo en Sin Frenín no te da vergüenza. 
Y me entra así como una ola de sudor frío y me da por pensar si esta obsesión que tengo con la tijera de podar y los pitos que no apuntan maneras digo bien, será de índole traumático sexual o simplemente animala. Digo anómala. 
Bueno otra vez: sigo corrigiendo mi prosa poética en verso que no sé si existe. Y sin terminar de repasar el primer párrafo el alter friego grita que está hasta las narices de limpiar y que pasa de after ego y sus prisas. O sea que empate. 
Es que esto es imposible. Ya hace rato que se han ido los críos al cole y parece esta casa la parada del metro en hora punta. 
A todo esto, el " gracias a la vida" ha estado sonando como hilo musical desde el principio, interpretado por la romántica que está cantando descalza de pie con los brazos abiertos en el balcón. Últimamente se hace llamar Mercedes Costra. ...Parece que se han calmado un poco. Y ya que estoy y antes de seguir con esas mis labores, decido dar un paseíco por mis entrañas entresijos, entretelas entre dos aguas entretenerme, y nada más que asomo la cabeza veo unos cuantos sentimientos de resaca después de la que parece una gran borrachera. 
Dos boleros errantes (" una se despide insensiblemente de pequeñas cosas"), varios interrogantes y unas cuantas palabras malsonantes que ni me atrevo a repetir. 
No he querido ver más. Ya tengo bastante con superar este lunes cualquiera primero de otoño. 
Tiro de la cadena interna, lo escupo todo por donde salga procurando salpicar algo menos que mis hijos cuando mean y me quedo tan pancha. Ea. Por mis ovarios que este lunes no va a poder conmigo. Voy a ... No sé. Ya veré. Que me intentan volver loca y a veces hasta lo consiguen ( cosa que agradezco). Hala, pues sin más que escribir aquí me desvivo. Hasta la pista.

jueves, 14 de septiembre de 2017

QUIEN BIEN TE QUIERE TE HARÁ GOZAR Y REÍR Y CANTAR ( PERO DE CONTÍNUO)

Tengo la... los... el ... un  lío en el intelecto con esto del amor.
Bueno, y en el resto del cuerpo. Para qué engañarnos. Mido metro ochenta. Puedo literalmente también hacerme un lío físico tremendo si quiero.
Para mí que el auténtico  amor verdadero debiera ser algo grande y ligero que fluye y a medida que lo hace, todo ser viviente al que toque de cerca su onda expansiva de una u otra forma crece,  mejora en general y se activa en su belleza interior.
Esa que se ve incluso a través de lorzas, chepa o arrugas.
 Incluso puede llegar a irradiarse a través de la piel.
Y digo de una u otra forma porque es ahí donde me viene el lío:
Está el amor " familiar".
Este es un amor impuesto desde el nacimiento. No lo escogemos. Nos toca y punto. Luego cada cual elige o no cómo lo vive o lo soluciona. 
Pero es importante porque es como la tarea que viene impuesta desde el más allá de algún sitio inconcreto fuera de la tierra.
Manda " güevos" la cosa...
Luego está el amor de la amistad, que por estadística es de los más duraderos. ( Dicen que porque es amor sin sexo).
También los amores pantalla y desesperados. El interesado. El estético. El platónico, plutónico y nostálgico.
El amor enfermizo y el absorbente.
El loco inquietante y el equilibrado pero aburrido.
El de verano...
Hablamos del amor como si fuese algo que aparece o desaparece según su propio albedrío.
Como si tuviera vida propia.
Como si lo hubiera de diferentes razas y colores.
Como si no hubiera que cuidarlo y alimentarlo para que no se quede raquítico y crezca grande y sano.
Como si fuese algo ajeno.
 Y como es la gasolina de la vida, vagamos tras sus pasos intentando recoger algo del calor que desprende igual que el recién nacido busca el del latido del corazón que suena bajo el pecho de su madre.
Hablamos del amor, como si supiéramos. Incluso hay personas atrevidas entre las que me incluyo que osan incluso escribir sobre él y  desgraciadamente a menudo  sobre los devastadores efectos secundarios que pueden provocar tanto su presencia como su ausencia.
Y si realmente es amor creo que no debería doler, igual que no debiera haber amores que maten.
El único efecto secundario del amor sólo puede ser el aumento de la alegría y las ganas de crecer.
Y por eso creo que estamos jodidas.
Parece que estemos condenados a encontrar a alguien concreto que nos lo proporcione para siempre.
Como si hubiera surtidores de amor incombustible a cada paso.
A lo sumo somos surtidores sólo en la parte fluida de uno de los resultados del amor.
Y es aquí donde entra nuestra educación machista ancestral, las leyes químicas, las biológicas, y la ley de compatibilidades. También la de probabilidades.
Así como la  del péndulo y la de la gravedad y las que desafían a ésta en momentos puntuales a menudo fugaces...
Y con toda esta ensalada de legislatura al dente, es difícil que a la larga la combinación resulte satisfactoria.
Las largas somos así.
Demasiadas premisas que cumplir que no controlamos para hacer realidad un sólo sentimiento que envuelva a todos lo demás.
Mi intuición me dice que cuando das amor esperando que te correspondan en realidad lo que quieres no es dar, sino hacer un trueque o a lo peor sólo cubrir una necesidad.
En ese caso se produce una adicción por parte de una o ambas personas que como toda adicción raramente llega a buen puerto.
Luego si la otra parte en cuestión no aporta lo que una considera que debe ser un intercambio justo, el amor desaparece igual que apareció: como por arte de magia.
Eran sólo putas mariposas estomacales de duración definida.
Y cómo joribia darse cuenta, oigan...
(En estos casos me aconsejo analizar, comprender, aprender, crecer y no andar hacia atrás ni para coger impulso.
 El tiempo no lo cura todo, pero al final siempre tiende a amainar lo que se le ponga por delante.)
Mi intuición me sugiere que no se puede basar el amor sólo en el placer físico porque... Seamos sinceros. ¿ Cuánto tiempo de nuestra vida empleamos en el contacto físico?...¿con otros seres humanos diferentes a nosotros mismos? ¿Cuánto tiempo estamos física y mentalmente operativos? (Me refiero a las dos cosas a la vez. El corazón ni lo nombro.)
... Siempre he pensado que pretender encontrar una persona que cubra todas nuestras carencias es algo injusto para las dos partes. 
Y también que si desde niños incluyéramos las caricias, los masajes, los abrazos  y todas las artes en parte de las rutinas diarias con los que nos rodean y no los relegáramos a la vida íntima y sexual de cada uno, no sería necesario que una sola persona cubriera todas nuestras necesidades en este y otros aspectos.
Hacerse responsable de la felicidad de otro ser ( con tendencia a la humanidad) es una carga muy difícil de soportar y más difícil todavía satisfacer plenamente.
Entre otras cosas porque somos los seres vivos más desagradecidos e irrespetuosos con la única ley que lo rige todo y la que verdaderamente nos debiera importar que es la ley natural.
Y para mí que el amor natural no debería ser ninguna carga, sino todo lo contrario.
Por esto y por otras cosas que vienen al caso pero que paso de escribir porque tengo el estómago vacío, llego a la conclusión de que el único amor que vale y que dura indefinidamente es el incondicional.
Por varias cuestiones claras: 
Se puede practicar en la cercanía o en la distancia. 
En la cocina, en la calle, en el mercado o en una estación. Debajo de un árbol.
En soledad, en pareja o en grupo, con hombres mujeres niños ancianos y cualquier ser vivo sin que te miren raro.
Bueno sí, te siguen mirando raro pero al menos desconectan el modo soslayo y las ganas de cotillear desaparecen. 
El amor incondicional no está de moda.
Luego, como no pides nada a cambio, nunca pierdes la libertad de darlo o quitarlo o ponerlo aquí o allá según requiera la exigencia puntual del desafío de momento que nos proponga la vida.
No hay que aguardar  recompensa y se ahorra una bastante tiempo de cabreos innecesarios y dolores de corazón.
A veces, casi siempre, es jodido al principio practicarlo.
Al menos hasta que te acostumbras a no esperar nada.
Pero una vez superada esa fase, una se da cuenta de que la felicidad igual que el amor, pueden fabricarse en nuestro interior sin necesidad de hacer a nadie ajeno responsable, sino acaso colaborador en el trabajo de mejora personal.
Y que el hecho de la incondicionalidad proporciona una felicidad y una durabilidad incomparable e inolvidable como el acero.
Porque no supone penas, ni pesos, ni condenas.
Porque es la única forma de hacer el amor por verdadero amor al arte ... de inventarse el amor cada día.
Y mi intuición me dice que por aquí voy bien.

¿Hay alguien ahí í   í    í 
       í        í         í    ?
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Vale. Bueno. Notejode...
Alguna vez me acostumbraré.
Voy a comer algo.