SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

jueves, 28 de septiembre de 2017

DE CÓMO FABRICAR UN POCO DE HUMOR ( BENIGNO)

Me levanto con ganas de hacer una heroicidad y  se me ocurre pensar que lo mejor sería, dadas las circunstancias personales y generales,
escribir algo gracioso.
Pero claro. Una aunque sea payasa nata ( y fresa y a veces también limón), no se pone a escribir y le salen las gracias sin más, no...
Esto lleva diferentes fases:
La primera y más difícil de todas es abstraerse de todo lo malo, o en su defecto trasladarse a la estratosfera y escribir desde allí. Con distancia de por medio las cosas siempre se ven de otra manera. Y con más distancia todavía, al final dejan de verse.
Es la ley universal del horizonte infinito.
Eso, o cierras los ojos sin más.
Esto ya depende del carácter inusitado de cada cual.
Una vez llegados a este estado de sin vivir en ausencia de la muerte, lo que hay que hacer es pensar.
Esto no es tan difícil como lo primero pero también tiene su aquel si no sabes donde está la tecla que pone "on".
Y una vez que estas dos premisas están cumplidas ya sólo queda pensar en qué pensar.
Algo hilarante, claro.
Aquí suele surgir un problema y es que para llegar a la estratosfera tienes que contener el aire en los pulmones un rato prudencial, y como una vez que subes ya no quieres bajar porque te crees que eres Helio, cuando sientes que te va estallar algo vas soltando el aire como cuando sabes que te va a salir una ventosidad y no quieres, vas bajando como a cámara lenta y a medida que te acercas las cosas van perdiendo la gracia.
Esto se puede solucionar de dos formas, así a priori:
O te buscas la vida para conseguir un globo aerostático y un avión nodriza para poder quedarte a vivir en paz suspendida en el aire hasta que se te ocurre algo o, una vez abajo otra vez, te empiezas a fijar en los pequeños detalles.
Pero antes de esto hay que decidir si una se va a reír de sí misma ( tengo unas ojeras que parezco un mapache igual me pinto todo el ojo de negro y en vez de una zombi me convierto en mujer pantera no sé qué hago escribiendo tengo mil cosas que hacer viene el cartero qué bien).
Si va a hacer reír imitando el tic nervioso del ojo de alguien, o su forma de andar o cualquier otro defecto físico o síquico como estar borracho o ser ciego, sordo, cojo, gangoso, tartamudo o todo a la vez.
Esta opción es socorrida, pero es difícil no caer en la pérdida de respeto.
O por último si va a hacer humor con una situación absurda propia o ajena.
Como esa famosa escena en el que treinta y cinco por lo menos intentan entrar en un camarote minúsculo y lo consiguen. No ampliamente pero lo consiguen.
Una vez hechas las elecciones pertinentes, se escoge un pequeño detalle y ya se puede empezar a hacer el  amor con conocimiento de pausa.
Digo el humor.
Y hasta aquí llegó la riada.
Así que voy a buscar el " on" que no me acuerdo muy bien dónde lo tengo, y ya cuando piense en qué pensar, con quién y cómo ya voy avisando.
Que esto no es Jauja ni Babia ni cuerpo que lo resista.
Buen día a todes.

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