SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

sábado, 20 de febrero de 2016

LA ETERNIDAD DE UN MOMENTO

Y vuelve a llegar la noche con su soledad implacable. Siempre a las mismas horas. En ese silencio donde se puede oir revolotear a los espíritus. Pienso: si no puedes con el enemigo únete a él. Es lo que suelo hacer de día. Intentar alentar este desaliento... Pero es que sale la luna, llega el silencio y ya no hay quien me ponga de acuerdo los chacras. Se ponen a bailar con los espíritus por la sala y halaaaaa!!! Otra noche loca... Y mira que les tengo dicho que tanta noche disoluta les acabará pasando factura... Pero nada.
El rumor del coche que pasa a lo lejos. La nevera que suena igualico que un Ferrari, y si me fijo bien hasta las conexiones eléctricas de mis neuronas puedo escuchar. Mierda. No.. Qué mierda. Con la de viajes bonitos que tengo yo en mi cabeza... Con la cantidad de gente que me gustaría ver, volver a ver y abrazar. Con lo bien que a veces me imagino el sol en los días de lluvia...
Pero cada hoy llega la noche y cada noche me muero un poquitín. Sóloespero que esto sea como las hojas que se caen para dejar paso a los nuevos brotes. Porque si no, aunque mida un metro ochenta, poquitín a poquitín me voy a acabar en un pispás. Y no es plan. Que no tengo el shosho pa farolillos...

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