Este blog es el principio de algo que empieza como continuación de una inquietud que tengo desde cría... Básicamente lo utilizo como terapia ocupacional, para no dejar que a mis neuronas les de por flotar a favor de la corriente y se me escapen definitivamente... Humor con amor o viceversa. No se me ocurre combinación mejor para retenerlas.
lunes, 30 de julio de 2018
PAZ
PAZ
Y en el remolino
de tus alas anchas
se me enredaron
las trenzas
y ahí se prendieron:
en tu sombra de ángel
sin alas.
Y mis dedos rodearon
(delicadamente)
tu espectro.
(En el mundo de las sombras
es molesta la luz).
Ciénagas de pensamientos
corrosivos e infames
invaden mi corazón
que late arrítmico,
polirrítmico,
como siempre
certeramente equivocado.
Escupo palabras,
las vomito
como si la puta vida
me fuera en ello.
Sólo pienso en el universo,
la paz eterna
y cuándo llegará.
Si será rápido
o habrá comenzado ya.
Me quedaré sola
como vine,
como he andado
casi siempre.
Sé qué quiere decir
insondable.
Y es...
donde lo más hondo
se funde con el cosmos.
Donde es imposible
sentirse más pequeña
ni más deshabitada.
Rebelión. Rebelión.
Muchos ya conocemos
los abismos,
algunos ya hemos recorrido.
Unos a saltos de rana,
otros de puntillas
y otros
hundidos en el fango
hasta el borde de la nariz.
Algunos más grandes
hemos intentado
rodear
y hemos resbalado
y bajado hasta el fondo
dando tumbos
de una sola atacada.
Magulladuras.
Chichones, heridas.
Cicatrices,
y vuelta a comenzar.
Y en el remolino
de tu alas
anchas
se me enredaron
las trenzas
y quedaron ahí
prendidas,
dejándome suspendida
en el aire
entre despierta
y dormida.
Como queriendo
que el tiempo vuelva
a ser
el que era antes
de empezar
a hacer tic tac.
Entre la primavera
y el otoño
respiro
al ritmo de los árboles
y por breves instantes
encuentro
la paz.
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