SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

domingo, 19 de agosto de 2018

SER AMABLE

SER AMABLE 

Todos nacemos amables ( susceptibles de ser amados) y por tanto, con la misma capacidad de amar a los demás.
Por eso somos seres sociales. Porque necesitamos tanto dar, como recibir el amor del grupo.
Pero estamos demasiado ocupados, la vida nos lleva por diferentes caminos, matrimonios, casa coche hijos trabajo, nietos...
En toda esa vorágine es imposible que el grupo y la seguridad que produce su apoyo se mantenga, así que nos quedamos solos.
Con nuestros problemas, nuestra, familia, nuestra casa y ya depende del nivel social y mental, se pasa al mi.
Mi casa, mi tele, mi móvil, mi novio, mi mujer, mi vida, al fin y al cabo.
Y mejor que nadie se meta en ella...
Soledad. ¿ Y mejor que nadie se meta en ella?
¿ Y qué hacemos con todo el amor que estamos preparados para dar y recibir?
¿ Dónde se queda?
Buscamos desesperadamente una persona, un amor concreto, un ser sublime con el que compartirlo.
Que no digo que esté mal, ojo, cada uno y sus cadaunadas.
Pero por eso pasa lo que pasa: que todos los problemas surgen cuando uno sale tarado y en vez de querer a los demás sólo se quiere a si mismo o que a una le da por multiplicar su amor y allí empiezan a confundirse los sentimientos con cuernos que pinchan y se acabó.
Pura represión. Si yo puedo colaborar en la felicidad de varias personas, por qué eso tiene que llamarse ruptura, divorcio, odio, desamor, casco ligero o puterío?
Nonono. 
Estamos muy equivocados. 
Lo natural es NO encontrar una pareja que te dure toda la vida. Aunque se dan casos, como también de homosexualidad o transexualidad en el resto de los animales, lo natural es que en cada celo se tenga una pareja diferente. En el caso humano podríamos sustituir celo por paso evolutivo.
Lo natural es que cada uno evolucione a su ritmo y que haya un momento en que las evoluciones pidan caminar por separado sin que eso tenga que ser un trauma para nadie.
Lo natural sería que centrásemos nuestra energía en todas las emociones diferentes que podemos sentir y no sólo en una o dos.
Lo natural sería que cuidásemos nuestra piel con tacto, siempre. 
Y hacer el amor siempre que se tenga ganas con quien sea no es nada malo, es lo que todos debiéramos hacer más y mejor. Y no me refiero únicamente al sexo. Hay otras muchas facetas de la vida que puede abarcar el amor. Todas exactamente.
La piel es el órgano más grande que tenemos, por algo será. 
No sólo cuando practicamos sexo o amor físico o cuando vamos al fisioterapeuta.
Lo natural sería que NO pensemos que una sola persona puede cubrir todos los aspectos de nuestra felicidad.
El amor no trata de otra cosa que de hacer feliz a cualquier ser vivo y respetar el entorno y la vida de los demás tanto como la propia. Empezando por hacerse feliz a una misma.
Y para eso hay que conocerse bien. A uno mismo y a los demás.
O así lo entiendo yo.
Lo demás son vacíos compartidos que nunca llegan a ser satisfechos por el otro.
La única forma que creo que hay de dejar de sentirlos es darnos cuenta de que se pueden llenar con sensaciones muy diferentes que nada tienen que ver con el amor falso ese de pareja gominola, chupa chús, chupi guay que nos bombardean hasta la saciedad y hasta la suciedad ( mental).
Un abrazo. Un te quiero, una caricia, varias, muchas, una sonrisa, hacen mejor efecto que la medicina más efectiva.
La piel, la piel.
Entre tanto, mientras nos perdemos en esa búsqueda infinita y a menudo infructuosa o perecedera del amor "sublime" ese del que hablaba antes, los del traje de mandar campan a sus anchas poniendo de aquí y quitando de allá a su antojo delante de nuestras propias narices.
Y no hacemos nada. Porque la soledad produce impotencia y la impotencia paraliza y ellos lo saben. 
Siempre lo han sabido.
Se perdió el grupo, se perdió la fuerza.
Se le cortaron las alas al amor, se le enjauló, se le insultó, se mató en su nombre...
Se acabo el amor.
Y así no se puede.
Hay que abrir las alas y volar. 
Y hay que empezar a hacer lo que vinimos a hacer: amar y ser amados.
Todos, para  todos, entre todos.
No queda otra.
Que la pantalla esta no sirva para disfrazar la soledad, sino para aprender valores.
Que haberlos hailos, como meigas en Galicia.
¿ Volamos ya o qué?
Pensemos en quiénes, en qué tipo de mentalidad son siempre un grupo compacto hasta que se demuestre lo contrario y tendremos la respuesta de por qué mandan en el mundo quienes mandan.
Hay que volar.
La imaginación la primera.
Hay que amar. Pero de verdad. Lo saben hasta los monos. 
Que ya vale de sufrimientos penas y pecados.
Preparados... listos... ¡Ya!



No hay comentarios:

Publicar un comentario