SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

viernes, 24 de agosto de 2018

EL CUENTO DEL RECUENTO

EL CUENTO DEL RECUENTO

En los últimos cuatro años he vivido ( voy a empezar por lo malo y así acabo mejor):
Dos grandes pérdidas personales, cuatro neumotórax en carne ajena pero como si fuera propia, una operación que no era a vida o muerte pero que en mi cerebro tenía toda la pinta y por mi parte aporto un pequeño carcinoma, un esguince de tobillo, varios derrapes mentales con consecuencias indeseadas, algunos conflictos generacionales serios, un par de análisis de sangre, tres dolores en la caverna del ojo izquierdo y algunas pastillicas de droga legal para ir tirando, que la cosa no es moco de pavo. Entre tanto pasan a mejor vida tres o cuatro amigos más, no sé exactamente. Otros que no pasan a mejor vida, pero pasan igualmente.
Creo que a estas alturas y afortunadamente me he vuelto insensible a este respecto.
Podéis moriros cuando queráis o cuando la de la guadaña se encapriche. Eso ya al susto. Digo al gusto.
Eso sí por favor: " en manada de a uno y sin apilarse", que tampoco es que esté p'a tirar cohetes. Pero no pienso afectarme aunque os quiera con toda el alma. Es más, me alegraré ( de que estéis disfrutando del este del edén o del oeste  del invierno eterno, que viene a ser lo mismo).
Ah, se me olvidaba mi paralís de media cara...
Como Jeanette, soy casi insensible porque el mundo me ha hecho así, porque nadie... en fin, ahora viene la gran pregunta: ¿voy a dejar que todos o cualquiera de estos acontecimientos naturales que a cualquiera  pueden suceder indistintamente en el transcurrir de esta efímera y fugaz a la par que trascendental existencia hagan mella en mi sentido del tumor? digo ¿del humor?
No, para nada. Bueno un poco sí, a qué engañarnos. 
Es más, con todo esto casi se me olvida:
- Que tengo una familia grande, variada y guay, algún amigo y unas cuántas amigas que tienen a bien soportarme incluso cuando no me aguanto ni yo y además un montón de amorosos y amorosas que leen mis pedradas y me animan siempre a seguir adelante.
- Que por fín la menstruación y yo nos hemos separado por incompatibilidad total de caracteres, así que ya puedo dejarme crecer definitivamente la barba y el bigote, cosa que me dará puntos para trabajar en cualquier circo que se precie o en su defecto en la benemérita, que me da que en el tricornio me iba a sentar de maravilla tal como me encuentro actualmente ( ver utilidades y ductilidad del tricornio).
¡Ah! y también he descubierto exactamente dónde está el nervio cerebral que activa al nervio ocular que a su vez activa el subnervio que reactiva el párpado derecho del ojo del mismo lado, que no lo encontraba porque estaba en dirección contraria. No sé si él o yo. Pero sí; con la sección derecha de los labios (de la cara) igual.
Así que ya estoy como antes no, mejor, porque ahora además CONTROLO, lo que me ha abierto el camino que necesitaba para aventurarme en un proyecto de autodeconstrucción mental integral que me hace superilusión.
Así que entre pitos y flautas y haciendo balance me quedo que ni chicha, ni limoná.
Supuestamente equilibrada, sí, pero vaya que no me noto nada,
aunque en el fondo creo que estoy contenta. Porque se me han quedao vivos muchos más de los que se han muerto y porque dicen que lo que no mata, te hace más fuerte.
Lástima que sea pacifiesta que si no...
A ver qué hago ahora con esta erupción de fuerza ingente, que ya me están dando impulsos raros y esta parte no venía en la letra pequeña del refrán...
Bueno. De momento, he vuelto.
Así que gracias a todes por la parte que os toca.
Vuelvo a la carga.
¡Aiaiaaaaaaiaiaaaaaa!
( grito a lo Tarzana de las monas y las no tan monas, que tampoco es cuestión de...)


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