SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

lunes, 2 de octubre de 2017

AUTO - DE - TERMI - NACIÓN Y MEMOCRACIA

Euskadi, Andalucía, Cataluña, Galicia,  Madrid, Valencia, Castilla - La Mancha, Canarias y Baleares.
Argentina, Marruecos, Estados Unidos, Guinea Bissau, Nicaragua, El Salvador, México, Perú, Colombia, Chile, Cuba, Francia.
Es posible que alguna se me haya quedado en el tintero, pero a grandes rasgos estas son las procedencias de las personas que se pasean por mi muro más o menos habitualmente.
Prueba de que para entenderse lo primero que hace falta es la voluntad de hacerlo.
En esta sociedad variopinta, plural y multiétnica en la que vivimos, la que más se debería valorar de las capacidades de un político ( si es que tienen alguna más de la que ya conocemos), es la capacidad de negociación, de síntesis y de solucionar cuestiones apartando los intereses personales para trabajar en común por el bien de la mayoría que los puso ahí.
Nada que ver con lo que estamos viendo.
Represión y más represión.
Juegan los del traje de mandar en su tablero, una partida en la que se apuestan nuestro presente de cada día, igual que si estuvieran en un casino de Las Vegas.
Y al final su estrechez de miras, su discapacidad para entenderse y la eterna lucha de poder se traducen en violencia, en represión, en pelea, en angustia, en miedo, en impotencia o en rebelión. Pero no entre ellos, sino hacia los que les votaron pensando que vivimos en democracia, independientemente de la localidad concreta donde se habite.
El derecho a la auto determinación no es cuestionable porque es algo inherente al ser humano.
Forma parte de la identidad. No puede obviarse ni prohibirse.
Pero sí puede negociar se, ya que parece que nos lo han quitado.
Me gustaría también saber si la mayoría de la gente conocemos exactamente las repercusiones económicas, sociales y de desarrollo que supondría quedarse o irse. Qué habría que importar y exportar. Cuáles serían las consecuencias directas con cifras y letras.
Porque sin toda la información no se puede opinar.
La verdad es que yo no tengo ni idea.
Lo que veo es que estas escenas vistas ayer, me recuerdan mucho a tiempos pasados en los que cualquier expresión en contra del orden establecido era castigada con la cárcel, la tortura o con la muerte.
Y me corre un escalofrío por el cuerpo cada vez que pienso en las fuerzas de inseguridad del estado que quieren proteger a la gente de sí misma a base de palos.
Todo un despropósito que no tiene pies ni cabeza.
No se pueden empezar las casas por el tejado.
Esto es una provocación que también me recuerda a una guerra que vivieron nuestros padres.
Hay que pensar a quién beneficia todo esto en este preciso instante en realidad.
Que se supriman las pensiones vitalicias de una vez  sería una buena forma de empezar a hacer las cosas por su camino. Eso antes de nada.
Gracias a todos los que pertenecéis a mi pequeño mapa del mundo.
Es la muestra de que con buena voluntad podemos entendernos.
Mi solidaridad con todos aquellos que sienten sus derechos vulnerados en cualquier país de cualquier parte del mundo.

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