SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

sábado, 19 de septiembre de 2015

REFLEXOPOR A MEDIA TARDE

Estoy sentada. Mas bien semidesparramada en el sofá, con los pies apoyados justo en el borde de la mesica esta que tengo en la sala. Bueno. Ella cree que es eso, pero en realidad es un banco de madera para la ducha reciclado. Como mesa deja bastante que desear, porque aunque es de madera buena, resulta que tiene un listón sí, uno no y así sucesivamente hasta que se acaba la longitud y la anchura. Así que para dejar las cosas no se puede utilizar el libre albedrío porque como las dejes mal, no dudan en arrojarse al vacío sin que te de tiempo a nada. La veo tan feliz siendo mesa que no le digo nada. A veces me cago en el tronco que la parió, pero enseguida se me pasa. Al fin y al cabo ,¿quién alguna vez no se ha creído que es lo que no es?. Le rescaté y me lo agradece . Cada vez que quiero cenar en la sala, ella me rescata a mí. Al final eso es lo que importa. Y que se llame como quiera.

2 comentarios:

  1. Niña, por este mundo me pierdo. esto es muy novedoso para mí y me preguntan muchas cosas y no sé cómo seguir. Yo sólo te estoy leyendo a tí y he visto dos cosillas y me he detenido en el relato de la mesa que me ha parecido fabuloso. Ya sabes que ese relato se basa fundamentalmente en la prosopopeya (atribuir cualidades de ser animado a inanimado o viceversa, entre otras acepciones). Bueno, dejo esto porque quiero leer algo ´más tuyo. No sé por qué nadie dice ni oste ni moste con tus relatos, que son la repera de bonitos. Hasta otra. No sé como seguir. Tengo una amiga también por aquí pero por este sitio no la sigo porque me pierdo. Se llama Luz Germa Ruiz Catalán pero no me arreglo bien con tanta tecnología y la sigo mejor por otro sitio del Facebook. Bueno, agur....

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