Rellena de vete a saber,
y herméticamente cerrada. Crujiente por fuera y pastosa por dentro. Y no tengo ni idea de lo que le puede pasar a una empanadilla por la cabeza, debido a su sólido hermetismo.
Así que sintiéndolo mucho, voy a encender el fuego, a poner aceite en la sartén y a última hora, justo antes de que se incendie la casa, ya veré si me lanzo a freírme o
si cojo el extintor.
Que me van las emociones fuertes, pero con la edad cada vez menos.
Es más, igual me hago al vapor, o al horno, que es como más gradual.
Jamás pensé que tener espíritu de empanadilla fuera tan complicado como ser yo.
Si no, p'a rato...
(¿Y si me ultracongelo?)
Así que sintiéndolo mucho, voy a encender el fuego, a poner aceite en la sartén y a última hora, justo antes de que se incendie la casa, ya veré si me lanzo a freírme o
si cojo el extintor.
Que me van las emociones fuertes, pero con la edad cada vez menos.
Es más, igual me hago al vapor, o al horno, que es como más gradual.
Jamás pensé que tener espíritu de empanadilla fuera tan complicado como ser yo.
Si no, p'a rato...
(¿Y si me ultracongelo?)
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