SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

lunes, 11 de abril de 2016

RECUERDOS

Hay veces que los recuerdos acuden a mi mente sin que pueda hacer nada para evitarlo.
Aprendí hace un tiempo que mirar para atrás no sirve para otra cosa que no sea recrearse en lo que sea que se recuerde.
Entre otras cosas porque nuestro querido cerebro protector, cuando evocamos antiguas vivencias, se guarda muy bien de limar levemente las asperezas que las llevaron a ser lo que son: parte del pasado.
Incluso la tragedia puede recordarse con un halo de belleza mortecina como cuando escuchas una canción triste que te llega al alma.
Algunos me hacen saltar la risa, como cuando míster x se metió a duchar conmigo, gabardina, zapatos y maletín incluidos recién venido de la calle.
Otros me inspiran, como cuando recuerdo mi época inolvidable de estudiante en Sevilla.
Y los de últimamente son de los que dan ganas de espantar nada más que los ves venir.
Al final llego a la conclusión de que sólo somos una suma de momentos.
Que no hace falta recordar porque resumen somos de la suma de todos ellos.
Ya he fabricado unos cuantos nuevos de los de la risa floja. Por si acaso.
O como ahora, escribiendo sentada en la cocina que tengo el trenzado del mimbre tatuado en el culo entero.
Así no importará cuando me acuerde.😁
Al final va a resultar que esto de fabricar recuerdos originales va a resultar un buen ejercicio.
Mira tú por dónde que lo de unirse al enemigo cuando más no puedes, no va a estar tan mal del todo.

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