Sentada en un banco de la Plaza del Castillo, escuchando un bolero en directo.
"Bésame mucho", se llama la cancioncilla dulce y melosa que no viene nada mal con este frio.
Y si es verdad, oye, para qué lo vamos a negar... Nos besamos poco o muy poco o casi nada.
De abrazos ya ni hablamos.
Como si el amor no fuera importante.
Como si las caricias no curaran el alma.
Como si la piel, el mayor órgano del cuerpo no existiera...
Como si los mejor roces del mundo fueran la poliamida y el elastán.
Allá vosotros eh? Luego no me digáis que no os lo avisé.
Sólo dadme un abrazo y asunto zanjao. Prometo corresponder. Lo que no aseguro es la intensidad. Tampoco...
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