Me gusta cuando veo a la gente sonreír. Es increíble el efecto
propagador de felicidad que contienen risas y carcajadas. ¿A quién no
nos ha pasado alguna vez que escuchamos sin venir a cuento una risa de
esas flojas o una de esas tipo para dentro que acaban en un silbido
agudo tipo estertor y no se ha contagiado? Luego te pones a reírte
porque no sabes de que te ríes, el de al lao te ve el careto y se parte
también. Y como musiquilla de fondo la de los
estertores que se tapa la boca y la nariz, roja perdida, que es la que
había empezado en este caso concreto. El de al lao, que es muy serio, al
principio mira a todos como a locos pero como los contagios se suceden
en cadena, le empieza a atisbar una especie de mueca que pudiera ser una
sonrisa para acabar con la típica carcajada que acaba en ronquido..
Pero tiene sólo tres dientes, encima desperdigados, casi me meo cuando
abrió la boca, joder, pobre hombre... Jajaja. ( y mira que no estaba) Y
de pronto todo el mundo en silencio, y alguien que suelta un ayyyyy con
un hilillo de voz, otro que empieza pfffffffff y la de la risa tonta que
empieza otra vez. De fondo " la estertores". Y
vuelta otra vez jajaaaa, jajaaaaa, y así sucesivamente. Vamos, lo que viene a ser un ataque de risa colectivo.
Y ya no sé ni qué iba a decir.
...Eso, que cuando terminas de reírte y de cambiarte de ropa de cintura
para abajo, si es que eres de muelle flojo, se te queda una sensación
de tener el alma ancha que es por demás. Y una se siente maja simpática y
ridícula y es una sensación que todos deberíamos practicar al menos una
vez al día. No es necesario tener motivos, aunque sí aconsejable. Y es
fácil: se cogen los labios que están en postura neutral( oscilante en
algunos casos) , y con un impulso sincronizado se intenta subir los
mofletes hasta arriba desde la frente. Casi automáticamente te das
cuenta de que es imposible, pero sólo después de comprobarlo. Piensas
joer qué tonta, y enseguida te das cuenta que consiste en elevar los
mofletes desde los labios, sólo por simpatía. Una vez que tienes la
sonrisa pintada en la cara, te imaginas que te acaban de hacer un
lifting y sales a la calle de esa guisa como quien no quiere la cosa.
Algunos te miran como mosqueados de que parezcas feliz, a otros, la
mayoría, sólo les pareces algo descerebrada. Y los menos te miran, se
alegran e incluso te corresponden. Eso al principio, pero ya luego se
acostumbran a verte con esa cara de satisfacción, les entra la envidia,
piensan que ellos no van a ser menos y acaban haciéndote el espejo. Y si
lo hiciéramos todos, igual las vacas se tirarían menos pedos y se
reduciría la contaminación o algo. Deberíais probarlo, pero acordaos:
desde la frente no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario