Me hallaba yo pensando en los piropos. Que ya no se oyen. Y ha
encontrado el buscador este muchos, y de todos los tamaños y colores
pero todos con una cosa en común: van dirigidos de hombres a mujeres.
Algunos graciosos y la mayoría con la intención de reblandecer a la dama. Como arma de seducción.
Y porqué ya no se usan?
Por falta de inspiración. La gente no inspira adecuadamente, coge cada
vez menos aire y la cosa va mermando sibilinamente. Incluida la
capacidad de seducción que queda reducida a una simple capacidad de
succión.
Así que rompo una lanza en favor del sexo masculino, y me voy a inventar unos cuántos para que la cosa no decaiga.
A ver:
Si fueras un tren, me pondría como una moto.
O...No conozco tus gónadas, pero si se parecen a tí seguro que me hacen gracia.
O...Tengo ganas de pasearte de arriba abajo, como si fueses el puente de Brooklyn.
O...Cada vez que abres la boca, me da por ivaginar, ¡Uy!...
O... Quisiera recorrer hasta el último rincón de tus pensamientos. Bueno no.
O... Si fueras mi almohada te estrujaría toda la noche. Pero sólo si te fueras.
Digo si fueras mi almohada y no cualquier otra.
Bueno, para ser la primera vez creo que no a estao tan mal.
Vosotres diréis ...
Yo de momento voy a respirar bien que me ha entrao sofoco.
Qué tonta. ¿Ves?
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