En estas horas oscuras, cuando solo la campana solemne se atreve a
rasgar con su canto metálico el silencio, justo en estas horas, nace de
nuevo el grito sordo que durante el día duerme escondido entre risas de
niños y el transcurrir monótono de la vida. Nace una noche en la playa
de luna llena y vacía. Nacen hipos que con sonido acompasado y brusco ,
hacen temblar mis entrañas como ola que se desintegra en la roca. Nacen
vientos y tempestades esperando que la luz del día traiga conmigo a la risa y la brisa cálida de este invierno suave. Quizás un arco iris...
Articular palabra? No puedo. Sólo un ay largo y profundo, como cantado por soleares.
Sólo un quejido quedo salido de un corazón cansado y lleno. Y vacío.
Solas mi nostalgia y yo.
No me atrevo a echarla. No se atreve a dejarme.
Y ahí vamos.
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