SOLILOQIOS DE UNA BEASTRUZ PERDIDA EN TERRANOVA

jueves, 28 de julio de 2016

POLIYOÍSMOS

Hoy me he levantado y al entrar en el baño me he visto a mi misma con un salto de cama muy atrevido haciendo posturitas en el espejo.
Me he quedado tan sorprendida que he salido para sentarme en la sala y pensar.
Pero cuando he entrado, ahí estaba yo otra vez.
Hablando con el móvil y escribiendo en el ordenador.
Entonces he vuelto a mi habitación y hala! Otra subida en la maleta intentando cerrar la cremallera.
Y otra más tocando el saxo en el cuarto de los chicos.
No imaginaba cuando empecé a buscarme a mí misma que tuviera que lidiar con el plural que parece que soy.
Cuando salía a tomar el aire para despejarme, me he vuelto a encontrar viniendo de la compra.
He decidido sentarme a tomar un café, pero la única mesa que quedaba libre ha sido ocupada por mi ,apenas un segundo antes de que hiciera el amago de ir a sentarme.
Eso ya me ha alterado sobremanera. Soy muy maniática con los sitios donde me siento.
Así que he vuelto a casa, pero ya no estábamos.
Bueno, yo si.
Me he tumbado por fin en el sofá y es extraño:
Me siento como si después de una noche loca, hubiera reservado un viaje por internet, hubiera llamado un taxi y me hubiera ido de viaje no sin antes hacer la compra, la maleta y haber desayunado un café con cruasán.
Lo mismo me he ido y esta que está aquí es otra...
No lo sé, la verdad, pero desde luego en mi próxima vida casi prefiero nacer hombre simple.
Valga la redundancia.

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