Hoy la tarde juega
con aromas de bolero.
Y en lo profundo,
la niña que fui
vibra en esa música
que habla sobre amores
de verdad,
sobre amores imposibles, robados,
con aromas de bolero.
Y en lo profundo,
la niña que fui
vibra en esa música
que habla sobre amores
de verdad,
sobre amores imposibles, robados,
regalados, sincopados.
Y mi calma se transforma
Y mi calma se transforma
en tango
arrebatado,
en quinta sinfonía,
en la canción del olvido.
Los recuerdos pasan
delante de mis narices
en la canción del olvido.
Los recuerdos pasan
delante de mis narices
contoneándose,
sacándome la lengua.
Y me pongo a bailar
o a hacer el pino puente.
De repente ya
no quiero escribir.
Sólo impregnarme
de ese leve instante
en que un bolero suena
y los pájaros
le hacen voces.
Sólo respirar esta fragancia
que desde niña,
revoluciona todo mi ser
irremediablemente.
Sólo evocar ese tiempo
donde fui protagonista
improvisada
de alguna de sus letras.
Bendita música.
Malditos boleros.
Que me encantan
y me ponen triste a la vez.
( Ahora, que si tú
me dices ven...)
sacándome la lengua.
Y me pongo a bailar
o a hacer el pino puente.
De repente ya
no quiero escribir.
Sólo impregnarme
de ese leve instante
en que un bolero suena
y los pájaros
le hacen voces.
Sólo respirar esta fragancia
que desde niña,
revoluciona todo mi ser
irremediablemente.
Sólo evocar ese tiempo
donde fui protagonista
improvisada
de alguna de sus letras.
Bendita música.
Malditos boleros.
Que me encantan
y me ponen triste a la vez.
( Ahora, que si tú
me dices ven...)
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